Metió el pene en una tubería y se le inflamó tanto que no pudo sacarlo, aunque finalmente la rápida actuación de los bomberos de Granada evitó la amputación del miembro viril de un hombre de 52 años. El hombre acudió en la madrugada del lunes al martes acudió al servicio de urgencias del Hospital Ruiz de Alda de Granada con un tubo cilíndrico de acero en el pene, al parecer como parte de una práctica sexual.
Ante la imposibilidad de cortar el cilindro, de unos dos centímetros de diámetro, cuatro milímetros de espesor y algo más de cinco centímetros de longitud, los facultativos de urgencias solicitaron ayuda a los bomberos a fin de evitar la amputación del pene, que estaba estrangulado dentro del tubo y amenazaba con necrosarse, lo que impedía que bajase la erección y podría haber obligado a su amputación. Para cortar el tubo utilizaron una herramienta de bricolaje (una pequeña sierra circular denominada bremer) que el subinspector de servicio recogió previamente de su domicilio, dado que en el Parque de Bomberos no contaban con aparatos que permitieran rajar el cilindro con la precisión que requerían las circunstancias.
En la intervención, se necesitaron casi dos horas de trabajo de gran paciencia y alta precisión. La mini amoladora gira a 2.000 revoluciones por segundo lo que provoca una altísima temperatura que el metal trasmitía al pene. Había que refrigerar de forma continua para evitar quemaduras serias.
"Fue un trabajo en equipo", dice un portavoz de los bomberos, que explica que es la primera vez que intervienen en un quirófano, aunque sus servicios sí han sido requeridos en numerosas ocasiones para extraer órganos atrapados en maquinarias como dedos o brazos.
http://www.que.es
Ante la imposibilidad de cortar el cilindro, de unos dos centímetros de diámetro, cuatro milímetros de espesor y algo más de cinco centímetros de longitud, los facultativos de urgencias solicitaron ayuda a los bomberos a fin de evitar la amputación del pene, que estaba estrangulado dentro del tubo y amenazaba con necrosarse, lo que impedía que bajase la erección y podría haber obligado a su amputación. Para cortar el tubo utilizaron una herramienta de bricolaje (una pequeña sierra circular denominada bremer) que el subinspector de servicio recogió previamente de su domicilio, dado que en el Parque de Bomberos no contaban con aparatos que permitieran rajar el cilindro con la precisión que requerían las circunstancias.
En la intervención, se necesitaron casi dos horas de trabajo de gran paciencia y alta precisión. La mini amoladora gira a 2.000 revoluciones por segundo lo que provoca una altísima temperatura que el metal trasmitía al pene. Había que refrigerar de forma continua para evitar quemaduras serias.
"Fue un trabajo en equipo", dice un portavoz de los bomberos, que explica que es la primera vez que intervienen en un quirófano, aunque sus servicios sí han sido requeridos en numerosas ocasiones para extraer órganos atrapados en maquinarias como dedos o brazos.
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5 comentarios:
Es que lo granainos semos la hostia, la metemos por cualquier agujerillo si no encontramos el agujero idoneo.Si los servicios de urgencia hablaran.
Un saludo
¡Je, je, je! ¡Ji, ji, ji! ¡JA, JA, JA! ¡JUAS, JUAS JUÁS...!
La reostia en pastilla coones con los granainos jjajjajaj
Ya ves... capaz de haberla metido sin lubricante!!! :)
Muy buenoooo!!!!
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