Antiguo, pero no tanto. Un grupo de investigadores catalanes ha identificado en la comarca del Montsià un olivo de 627 años de edad en un estudio en el que han analizado 14 árboles de la misma especie para determinar su longevidad. Se trata de una de las edades mayor documentadas en Europa, si bien rompe con el mito de los olivos milenarios, porque hasta ahora “no había ningún estudio científico que avalara esta afirmación”, según explica el ecólogo del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF) y profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), Bernat Claramunt.
El estudio, que ha sido liderado por el investigador Jordi Martínez-Vilalta, utilizó métodos de dendrocronología basados en el análisis de los mismos anillos, una tarea complicada porque estos pueden ser poco visibles. Los científicos analizaron 14 olivos (Olea europea) de la región litoral del Montsià mediante una técnica que permite extraer un pequeño cilindro que va desde la corteza del árbol hasta el corazón, lo que facilita la inspección de secciones enteras de troncos que no han sido cortados con anterioridad.
Según el CREAF, los datos de esta reciente investigación también pueden ser de utilidad para reconstruir las condiciones climáticas de los últimos siglos. “Además de datar estos olivos hemos demostrado que se puede utilizar este tipo de árbol para hacer análisis dendrocronológicos”, señala Bernat Claramunt. Su trabajo ha sido publicado en la prestigiosa revista científica 'Dendrochronologia'.
Otra de las “virtudes” del estudio es que ha servido para desmantelar el mito de los olivos “milenarios” de la Península Ibérica, condición que se han ganado por su longevidad y por su tamaño, mayor que en otros países europeos, especialmente en la cuenca mediterránea. Eso sí, el de 627 años podría ser uno de los más antiguos del continente. Los investigadores creen que, aquí, el cultivo de los olivos se introdujo en hace 4.000 años, fruto de la extensión de esta especie por el oeste del Mediterráneo de mano de fenicios, etruscos, griegos y romanos.
http://www.lavanguardia.com
El estudio, que ha sido liderado por el investigador Jordi Martínez-Vilalta, utilizó métodos de dendrocronología basados en el análisis de los mismos anillos, una tarea complicada porque estos pueden ser poco visibles. Los científicos analizaron 14 olivos (Olea europea) de la región litoral del Montsià mediante una técnica que permite extraer un pequeño cilindro que va desde la corteza del árbol hasta el corazón, lo que facilita la inspección de secciones enteras de troncos que no han sido cortados con anterioridad.
Según el CREAF, los datos de esta reciente investigación también pueden ser de utilidad para reconstruir las condiciones climáticas de los últimos siglos. “Además de datar estos olivos hemos demostrado que se puede utilizar este tipo de árbol para hacer análisis dendrocronológicos”, señala Bernat Claramunt. Su trabajo ha sido publicado en la prestigiosa revista científica 'Dendrochronologia'.
Otra de las “virtudes” del estudio es que ha servido para desmantelar el mito de los olivos “milenarios” de la Península Ibérica, condición que se han ganado por su longevidad y por su tamaño, mayor que en otros países europeos, especialmente en la cuenca mediterránea. Eso sí, el de 627 años podría ser uno de los más antiguos del continente. Los investigadores creen que, aquí, el cultivo de los olivos se introdujo en hace 4.000 años, fruto de la extensión de esta especie por el oeste del Mediterráneo de mano de fenicios, etruscos, griegos y romanos.
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1 comentario:
Es increible, hay que ver la de años que han estado los árboles a nuestro lado y la poca importancia que se les da, igual que a los animales, que difícilmente puedes encontrar sitios como WikiAnimales donde te eduquen y enseñen a disfrutar de ellos
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