La reducción en un 98 por ciento del caudal del río Jordán que alimenta el Mar Muerto y la sobreexplotación industrial para extraer sus minerales amenaza con hacer desaparecer esta formación única en el mundo, donde el agua es supersalina.
Las aguas del Mar Muerto descienden al vertiginoso ritmo de un metro por año, lo que podría hacerlo desaparecer en tan sólo cuatro décadas, según afirman algunos expertos. Sin embargo, otros predicen que nunca dejará de existir, gracias a los aportes de aguas subterráneas, aunque se encogerá hasta tener tan sólo el 30 por ciento de los 625 kilómetros cuadrados que ocupa actualmente. De momento, el deterioro en las últimas décadas ha hecho que la parte norte y sur del gran lago salino hayan quedado totalmente desconectadas.
Las empresas responsables de los estanques multiplican los problemas de este lago salino sin igual en el planeta. No sólo extraen el potasio y otros minerales, disminuyendo su concentración, sino que utilizan para ello las piscinas de desecación, una técnica muy intensiva en agua que les obliga a sustraer el líquido de la parte norte del lago. Además, no limpian el sedimento que queda depositado en el fondo de los estanques, lo que hace aumentar su nivel veinte centímetros cada año.
Amigos de la Tierra, Salvar Nuestro Mar y otras organizaciones que luchan por conservar el lago consideran que lo más importante es rehabilitar el río Jordán y devolverle parte de su caudal, además de "obligar a las empresas contaminantes a que limpien lo que han contaminado y exigirles que utilicen métodos de extracción menos dañinos". Además, si se consigue que la UNESCO declare el lugar como Patrimonio Nacional de la Humanidad se pondrían en marcha planes de gestión conjuntos.
http://www.muyinteresante.es
Las aguas del Mar Muerto descienden al vertiginoso ritmo de un metro por año, lo que podría hacerlo desaparecer en tan sólo cuatro décadas, según afirman algunos expertos. Sin embargo, otros predicen que nunca dejará de existir, gracias a los aportes de aguas subterráneas, aunque se encogerá hasta tener tan sólo el 30 por ciento de los 625 kilómetros cuadrados que ocupa actualmente. De momento, el deterioro en las últimas décadas ha hecho que la parte norte y sur del gran lago salino hayan quedado totalmente desconectadas.
Las empresas responsables de los estanques multiplican los problemas de este lago salino sin igual en el planeta. No sólo extraen el potasio y otros minerales, disminuyendo su concentración, sino que utilizan para ello las piscinas de desecación, una técnica muy intensiva en agua que les obliga a sustraer el líquido de la parte norte del lago. Además, no limpian el sedimento que queda depositado en el fondo de los estanques, lo que hace aumentar su nivel veinte centímetros cada año.
Amigos de la Tierra, Salvar Nuestro Mar y otras organizaciones que luchan por conservar el lago consideran que lo más importante es rehabilitar el río Jordán y devolverle parte de su caudal, además de "obligar a las empresas contaminantes a que limpien lo que han contaminado y exigirles que utilicen métodos de extracción menos dañinos". Además, si se consigue que la UNESCO declare el lugar como Patrimonio Nacional de la Humanidad se pondrían en marcha planes de gestión conjuntos.
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1 comentario:
Es triste que haya que declarar a algo Patrimonio Nacional de la Humanidad para que empecemos a cuidarlo un poco... por lo menos a dejar de destruirlo sistemáticamente como ocurre aquí...
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