Las plantas carnívoras suelen crecer en áreas pantanosas y lugares con suelos pobres, con escasez de nutrientes minerales. La naturaleza obligó a estas especies a adaptarse al medio, así que los nutrientes no los obtienen del suelo, sino de pequeños animales, generalmente insectos. Las plantas carnívoras han desarrollado la capacidad de atraer a los insectos a sus órganos aéreos, que están adaptados para atraparlos y convertirlos en sustancias que puedan 'digerir'. Los órganos que utiliza la planta para atraer a los insectos son generalmente muy atractivos: ya sea por el color, el olor o el sabor que producen.
Una planta normal, para realizar la fotosíntesis, toma del aire el dióxido de carbono y, mediante la clorofila, elabora sus hidratos de carbono. Por otra parte, los minerales, sobre todo, el nitrógeno, el fósforo, el calcio o el potasio los obtiene del suelo a través de las raíces. Sin embargo, las plantas que sobreviven en suelos pobres tienen que utilizar métodos insólitos para sobrevivir. Algunas se convierten en parásitos y toman esas sales directamente de la savia de otras plantas, otras, como el caso de las plantas carnívoras, obtienen los nutrientes de presas que digieren vivas, al igual que como alimenta un animal.
La mayor parte de las especies carnívoras viven en suelos arenosos, húmedos y ácidos, pobres en minerales. Un medio natural tan hostil como éste obligó a las plantas carnívoras a evolucionar hacia la alimentación a base de insectos. Sin embargo, una planta carnívora, al igual que una normal, no puede vivir en la oscuridad o sin dióxido de carbono, porque gracias a la luz y a la función clorofílica es como produce los hidratos de carbono que necesita.
La evolución ha provocado que estas plantas ahora sólo sean capaces de vivir en suelos pobres. Así, si ponemos especies carnívoras en medios artificiales con muchas sales minerales, su desarrollo tampoco será satisfactorio. Sus raíces son muy débiles y poco útiles para obtener sales.
Una planta normal, para realizar la fotosíntesis, toma del aire el dióxido de carbono y, mediante la clorofila, elabora sus hidratos de carbono. Por otra parte, los minerales, sobre todo, el nitrógeno, el fósforo, el calcio o el potasio los obtiene del suelo a través de las raíces. Sin embargo, las plantas que sobreviven en suelos pobres tienen que utilizar métodos insólitos para sobrevivir. Algunas se convierten en parásitos y toman esas sales directamente de la savia de otras plantas, otras, como el caso de las plantas carnívoras, obtienen los nutrientes de presas que digieren vivas, al igual que como alimenta un animal.
La mayor parte de las especies carnívoras viven en suelos arenosos, húmedos y ácidos, pobres en minerales. Un medio natural tan hostil como éste obligó a las plantas carnívoras a evolucionar hacia la alimentación a base de insectos. Sin embargo, una planta carnívora, al igual que una normal, no puede vivir en la oscuridad o sin dióxido de carbono, porque gracias a la luz y a la función clorofílica es como produce los hidratos de carbono que necesita.
La evolución ha provocado que estas plantas ahora sólo sean capaces de vivir en suelos pobres. Así, si ponemos especies carnívoras en medios artificiales con muchas sales minerales, su desarrollo tampoco será satisfactorio. Sus raíces son muy débiles y poco útiles para obtener sales.
3 comentarios:
Desconocía que las plantas carnovoras es una adaptación a un medio muy bajo en nutrientes para vegetales.
Francamente interesante lo que cuentas. Tus entradas son muy ilustrativas.
Salu2:
sINGAMARAJA VISITING YOU
Ilustrativas y curiosas...Dan miedo las jodias plantas..Solo falta saber si son fumables o no..seria un punto a favor de las susodichas..Un saludo
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