Uno de los argumentos más alegados a favor de la teoría de la conspiración ha sido el de que las torres no se derrumbaron a causa del choque de los aviones, ni por los subsiguientes incendios, sino que se habrían detonado unas cargas a posteriori que habrían producido el colapso de los edificios, que sería una demolición controlada.
Para dicha demolición controlada se habría usado termita, una mezcla de óxido férrico y aluminio que corta por fusión las columnas de acero, y explosivos, que se ponen en todos o casi todos los pisos.
Los contrarios a esta hipótesis dicen que casi ninguno de los argumentos soporta un análisis a fondo. Incluso hay, como sucede con el Pentágono, una corriente entre los partidarios de la teoría de la conspiración desde la que se rebaten algunos argumentos al uso sobre la demolición y se advierte de que hay que centrarse en otros puntos.
Estos son los aspectos que se arguyen como indicios de que existió tal conspiración:
Kevin Ryan, de Underwriters Laboratories, la empresa que certificó el sistema de plantas usado en la construcción de las torres gemelas, ha escrito: "Esta historia simplemente no cuadra. Si el acero de las torres realmente se hubiera ablandado o derretido, seguro que estamos de acuerdo en que no se pudo deber al fuego procedente de ningún tipo de combustible, y menos a los breves incendios que hubo en las torres."
Las teorías sobre el derrumbe sostienen que los incendios estuvieron ardiendo en el interior durante todo el tiempo que se mantuvieron las torres en pie; fe de ello sería el continuo humo que emergía de ellas y el hecho que la gente tuviese que colocarse en el exterior para no morir abrasada.
El gobierno dijo que se había recuperado sin ningún daño el pasaporte del presunto secuestrador Satam al Suqami antes del derrumbamiento de la Torre Norte. Los defensores de las teorías conspirativas sostienen que es prácticamente imposible que el pasaporte sobreviva al choque del avión y al fuego que se produjo con dicho choque, aunque precisamente los objetos pequeños y ligeros son los más propensos a salir despedidos por la onda expansiva antes de que el fuego los dañe.
Nunca antes del 11-S se había caído ningún rascacielos de acero debido al fuego, ni tampoco después. Sin embargo, nunca antes ningún rascacielos había sido sometido a un fuego tan intenso conjuntamente a una tensión extrema por impacto. Además el núcleo del WTC era de acero, más sensible al calor, y no de hormigón como el de la Torre Windsor, por ejemplo, mucho más resistente al fuego, y en la que precisamente la parte que se sostenía con una estructura íntegramente de acero colapsó por completo, dejando el núcleo al descubierto como se aprecia en muchas fotografías.
En otros casos de incendios en edificios con núcleo de acero, el colapso estructural también ha sido motivo de preocupación de los bomberos, aun cuando éste no se ha llegado a producir, y sí se conocen muchos casos de colapso de estructuras de acero, aunque ninguna corresponde a un edificio con las características de las Torres Gemelas.
Las Torres Gemelas se derrumbaron prácticamente sobre sí mismas, empezando el derrumbe desde el punto del impacto y propagándose verticalmente hacia abajo. Según los teóricos de la conspiración, ese derrumbe se produjo casi en el tiempo de caída libre: aproximadamente 10 segundos. De acuerdo con la teoría oficial, la causa sería lo que se denomina derrumbe escalonado piso a piso. Es decir, el punto de ruptura habría hecho ceder a las plantas justo por encima, provocando que éstas cayeran sobre el siguiente piso, lo que causaría que fueran cediendo en cadena, resultando en un colapso de la torre sobre sí misma. Ahora bien, los pisos inferiores siempre producirían algún retraso en la caída, aunque sólo sea por su propia inercia, haciendo que tardasen más de 10 segundos, por lo que los que apoyan la teoría de la conspiración afirman que eso sólo se explica mediante una demolición controlada, aunque en realidad ésta tampoco lo explica, puesto que al producirse el derrumbe de arriba hacia abajo los pisos inferiores deberían frenar la caída de los superiores igual que en un derrumbe piso a piso, excepto por la resistencia ofrecida por las columnas, sobre la cual hay opiniones contrapuestas.
Por otra parte, hay evidencias en vídeo de que partes significativas de los núcleos (40 a 60 pisos) seguían aún en pie tras unos 15 a 25 segundos del inicio del colapso antes de empezar a derrumbarse ellas mismas, lo que sugiere que la estimación de tiempo de unos 10 segundos por torre puede ser muy poco realista.
Se manejó que aunque las altas temperaturas alcanzadas en el incendio causado por el derrame del combustible debilitaron la estructura interna de las torres, éstas colapsaron hacia dentro, y nunca se observa que caigan en algún otro sentido que demostrara que estaban desestabilizadas, debido a la fuerza resultante del choque de los aviones. En el vídeo, sin embargo, sí se aprecia que la caída de las torres no es limpia. Sobre todo la de la torre sur, la cual se inclina previamente por la esquina más dañada por el impacto.
Uno de los arquitectos que diseñaron las Torres Gemelas afirmó que estaban hechas a prueba del choque de cualquier avión, declaración que es tomada por los defensores de la teoría de la conspiración como indicativa de la imposibilidad de que el impacto de los aviones fuera suficiente para derribarlas. Los anticonspiracionistas puntualizan que el avión contra el que estaban diseñadas era un Boeing 707, uno de los más grandes hasta la fecha en que se construyeron, según palabras del ingeniero estructural del proyecto Lee Robertson, pero bastante más pequeño y ligero que un 767.
En una entrevista para la CNN, Aaron Swirsky, otro de los arquitectos, dijo que en ningún caso se había previsto por parte de ningún ingeniero una eventualidad como la que se dio.
El edificio Nº 7 del WTC no fue golpeado por ningún avión de pasajeros, y tampoco tuvo ningún fuego en su interior alimentado por el combustible, aunque sí hubo incendios en él. La explicación oficial de la caída de las Torres Gemelas se basa principalmente en estos dos detalles; sin embargo, el WTC 7 también se derrumbó sobre sí mismo y casi a la velocidad de caída libre. Esto se explica, sin embargo, por los daños estructurales muy graves sufridos por el derrumbe de las dos torres gemelas que estaba junto a él, las cuales debieron depositar varias toneladas de escombros sobre su debilitada estructura, y también por el incendio.
En fotografías de los momentos previos a su derrumbe se puede apreciar cómo el edificio se va deformando hasta ceder de golpe, cosa que cuadra perfectamente con un derrumbe producido por daños estructurales severos y no por detonación alguna.
Los bomberos que entraron en las torres dijeron haber visto y oído explosiones. Es normal que se oigan explosiones durante un incendio (por ejemplo, derrumbes parciales como los que se produjeron pueden ser interpretados como explosiones), por tanto este dato por sí solo no dice mucho.
El Departamento Sismográfico de la Universidad de Columbia registró importantes actividades sísmicas justo en el momento del desplome de las torres. Muchos defensores de la teoría de la conspiración creen que estas ondas sísmicas precedieron el derrumbe y sólo se las explican mediante fuertes explosiones en la base de los edificios, mientras que otros, así como los detractores de la teoría conspirativa, sostienen que tal afirmación se basa en una interpretación errónea de los datos sísmicos.
El Lobby (la planta baja) y los sótanos estaban totalmente destrozados antes de que se derrumbaran las torres.
Los escombros de las torres continuaron consumiéndose durante meses después de su derrumbamiento y la mayor parte del hormigón fue pulverizado.
Se halló metal incandescente en la base de las torres. Los defensores de la conspiración afirman que ese metal era acero procedente de la estructura del edificio y que éste estaba fundido, y razonan de este modo:
El punto de fusión del acero de bajo carbono o estructural está alrededor de 1510°C (2750°F), temperatura que sólo puede ser alcanzada en hornos industriales o usando químicos, tales como la termita química, mientras que se han vertido conjeturas en las que la temperatura más alta que pudo darse dentro de las Torres Gemelas es de 1650°C (3002°F).
Por lo tanto, el metal fundido que se halló en la base de las torres, podría ser evidencia del uso de termita, que al encenderse produce una reacción cuya temperatura puede alcanzar los 2482°C (4500°F) en dos segundos y que se usaría para cortar por fusión las columnas de acero. Según los defensores de esta hipótesis, las chispas incandescentes que salían de las torres momentos antes del colapso[cita requerida] son debidas a esta reacción.
Otras fuentes han sugerido que el acero de la estructura se pudo derretir por la acción de la continuación del incendio bajo tierra tras el derrumbe o incluso que fuera el propio acero el que, en una reacción exotérmica, se mantuviera incandescente produciendo óxido de hierro, que funde a temperaturas más bajas, ayudado por el agua echada por los bomberos.
Hay fotografías que muestran columnas cortadas en ángulo de 45°. Según los partidarios de la teoría de la conspiración este ángulo es característico del uso de termita para cortar columnas de acero en demoliciones controladas y no encuentran otro motivo para que los cortes estuvieran realizados en diagonal, lo que les lleva a concluir que tal corte prueba que se usó termita. Hay otras fotografías que muestran a soldadores realizando los cortes diagonalmente, y se ha sugerido que los cortes se hicieron de esa forma para favorecer que las vigas cayeran en cierta dirección tras ser cortadas. A eso hay que añadir que la limpieza del corte es inconsistente con el uso de termita.
Según algunos teóricos de la conspiración, la mayoría de las columnas se encontraron en secciones de aproximadamente 9 metros, lo cual se argumenta como prueba del uso de explosivos. Esta afirmación alude probablemente a las piezas constitutivas de la malla perimetral, que de hecho tenían esa longitud y se separaron durante la caída, y es fruto del desconocimiento de la estructura de las Torres.
Unos meses después de los ataques, la mayor parte de las columnas de acero fueron transportadas a Asia, tras ser analizadas por los investigadores forenses. Los defensores de las teorías no oficiales afirman que con este envío se evitaba que las columnas pudieran ser estudiadas de nuevo y descubrirse en ellas efectos causados por explosivos.
La investigación posterior llevada a cabo por los expertos finalmente concluyó que al impactar el avión contra la torre, la espuma antiincendios que recubría las vigas principales y que las aislaba del calor salió desprendida, por lo que tras horas de calentamiento éstas se combaron. Por otra parte el impacto también derribó los muros secos que debían evitar la propagación de incendios en el interior del edificio. Las vigas en el punto de impacto debían sostener un peso mucho mayor y con la deformación producida por el calor terminaron por ceder. El derrumbe de las Torres Gemelas se habría debido pues al efecto combinado del impacto y del incendio subsiguiente.
Para dicha demolición controlada se habría usado termita, una mezcla de óxido férrico y aluminio que corta por fusión las columnas de acero, y explosivos, que se ponen en todos o casi todos los pisos.
Los contrarios a esta hipótesis dicen que casi ninguno de los argumentos soporta un análisis a fondo. Incluso hay, como sucede con el Pentágono, una corriente entre los partidarios de la teoría de la conspiración desde la que se rebaten algunos argumentos al uso sobre la demolición y se advierte de que hay que centrarse en otros puntos.
Estos son los aspectos que se arguyen como indicios de que existió tal conspiración:
Kevin Ryan, de Underwriters Laboratories, la empresa que certificó el sistema de plantas usado en la construcción de las torres gemelas, ha escrito: "Esta historia simplemente no cuadra. Si el acero de las torres realmente se hubiera ablandado o derretido, seguro que estamos de acuerdo en que no se pudo deber al fuego procedente de ningún tipo de combustible, y menos a los breves incendios que hubo en las torres."
Las teorías sobre el derrumbe sostienen que los incendios estuvieron ardiendo en el interior durante todo el tiempo que se mantuvieron las torres en pie; fe de ello sería el continuo humo que emergía de ellas y el hecho que la gente tuviese que colocarse en el exterior para no morir abrasada.
El gobierno dijo que se había recuperado sin ningún daño el pasaporte del presunto secuestrador Satam al Suqami antes del derrumbamiento de la Torre Norte. Los defensores de las teorías conspirativas sostienen que es prácticamente imposible que el pasaporte sobreviva al choque del avión y al fuego que se produjo con dicho choque, aunque precisamente los objetos pequeños y ligeros son los más propensos a salir despedidos por la onda expansiva antes de que el fuego los dañe.
Nunca antes del 11-S se había caído ningún rascacielos de acero debido al fuego, ni tampoco después. Sin embargo, nunca antes ningún rascacielos había sido sometido a un fuego tan intenso conjuntamente a una tensión extrema por impacto. Además el núcleo del WTC era de acero, más sensible al calor, y no de hormigón como el de la Torre Windsor, por ejemplo, mucho más resistente al fuego, y en la que precisamente la parte que se sostenía con una estructura íntegramente de acero colapsó por completo, dejando el núcleo al descubierto como se aprecia en muchas fotografías.
En otros casos de incendios en edificios con núcleo de acero, el colapso estructural también ha sido motivo de preocupación de los bomberos, aun cuando éste no se ha llegado a producir, y sí se conocen muchos casos de colapso de estructuras de acero, aunque ninguna corresponde a un edificio con las características de las Torres Gemelas.
Las Torres Gemelas se derrumbaron prácticamente sobre sí mismas, empezando el derrumbe desde el punto del impacto y propagándose verticalmente hacia abajo. Según los teóricos de la conspiración, ese derrumbe se produjo casi en el tiempo de caída libre: aproximadamente 10 segundos. De acuerdo con la teoría oficial, la causa sería lo que se denomina derrumbe escalonado piso a piso. Es decir, el punto de ruptura habría hecho ceder a las plantas justo por encima, provocando que éstas cayeran sobre el siguiente piso, lo que causaría que fueran cediendo en cadena, resultando en un colapso de la torre sobre sí misma. Ahora bien, los pisos inferiores siempre producirían algún retraso en la caída, aunque sólo sea por su propia inercia, haciendo que tardasen más de 10 segundos, por lo que los que apoyan la teoría de la conspiración afirman que eso sólo se explica mediante una demolición controlada, aunque en realidad ésta tampoco lo explica, puesto que al producirse el derrumbe de arriba hacia abajo los pisos inferiores deberían frenar la caída de los superiores igual que en un derrumbe piso a piso, excepto por la resistencia ofrecida por las columnas, sobre la cual hay opiniones contrapuestas.
Por otra parte, hay evidencias en vídeo de que partes significativas de los núcleos (40 a 60 pisos) seguían aún en pie tras unos 15 a 25 segundos del inicio del colapso antes de empezar a derrumbarse ellas mismas, lo que sugiere que la estimación de tiempo de unos 10 segundos por torre puede ser muy poco realista.
Se manejó que aunque las altas temperaturas alcanzadas en el incendio causado por el derrame del combustible debilitaron la estructura interna de las torres, éstas colapsaron hacia dentro, y nunca se observa que caigan en algún otro sentido que demostrara que estaban desestabilizadas, debido a la fuerza resultante del choque de los aviones. En el vídeo, sin embargo, sí se aprecia que la caída de las torres no es limpia. Sobre todo la de la torre sur, la cual se inclina previamente por la esquina más dañada por el impacto.
Uno de los arquitectos que diseñaron las Torres Gemelas afirmó que estaban hechas a prueba del choque de cualquier avión, declaración que es tomada por los defensores de la teoría de la conspiración como indicativa de la imposibilidad de que el impacto de los aviones fuera suficiente para derribarlas. Los anticonspiracionistas puntualizan que el avión contra el que estaban diseñadas era un Boeing 707, uno de los más grandes hasta la fecha en que se construyeron, según palabras del ingeniero estructural del proyecto Lee Robertson, pero bastante más pequeño y ligero que un 767.
En una entrevista para la CNN, Aaron Swirsky, otro de los arquitectos, dijo que en ningún caso se había previsto por parte de ningún ingeniero una eventualidad como la que se dio.
El edificio Nº 7 del WTC no fue golpeado por ningún avión de pasajeros, y tampoco tuvo ningún fuego en su interior alimentado por el combustible, aunque sí hubo incendios en él. La explicación oficial de la caída de las Torres Gemelas se basa principalmente en estos dos detalles; sin embargo, el WTC 7 también se derrumbó sobre sí mismo y casi a la velocidad de caída libre. Esto se explica, sin embargo, por los daños estructurales muy graves sufridos por el derrumbe de las dos torres gemelas que estaba junto a él, las cuales debieron depositar varias toneladas de escombros sobre su debilitada estructura, y también por el incendio.
En fotografías de los momentos previos a su derrumbe se puede apreciar cómo el edificio se va deformando hasta ceder de golpe, cosa que cuadra perfectamente con un derrumbe producido por daños estructurales severos y no por detonación alguna.
Los bomberos que entraron en las torres dijeron haber visto y oído explosiones. Es normal que se oigan explosiones durante un incendio (por ejemplo, derrumbes parciales como los que se produjeron pueden ser interpretados como explosiones), por tanto este dato por sí solo no dice mucho.
El Departamento Sismográfico de la Universidad de Columbia registró importantes actividades sísmicas justo en el momento del desplome de las torres. Muchos defensores de la teoría de la conspiración creen que estas ondas sísmicas precedieron el derrumbe y sólo se las explican mediante fuertes explosiones en la base de los edificios, mientras que otros, así como los detractores de la teoría conspirativa, sostienen que tal afirmación se basa en una interpretación errónea de los datos sísmicos.
El Lobby (la planta baja) y los sótanos estaban totalmente destrozados antes de que se derrumbaran las torres.
Los escombros de las torres continuaron consumiéndose durante meses después de su derrumbamiento y la mayor parte del hormigón fue pulverizado.
Se halló metal incandescente en la base de las torres. Los defensores de la conspiración afirman que ese metal era acero procedente de la estructura del edificio y que éste estaba fundido, y razonan de este modo:
El punto de fusión del acero de bajo carbono o estructural está alrededor de 1510°C (2750°F), temperatura que sólo puede ser alcanzada en hornos industriales o usando químicos, tales como la termita química, mientras que se han vertido conjeturas en las que la temperatura más alta que pudo darse dentro de las Torres Gemelas es de 1650°C (3002°F).
Por lo tanto, el metal fundido que se halló en la base de las torres, podría ser evidencia del uso de termita, que al encenderse produce una reacción cuya temperatura puede alcanzar los 2482°C (4500°F) en dos segundos y que se usaría para cortar por fusión las columnas de acero. Según los defensores de esta hipótesis, las chispas incandescentes que salían de las torres momentos antes del colapso[cita requerida] son debidas a esta reacción.
Otras fuentes han sugerido que el acero de la estructura se pudo derretir por la acción de la continuación del incendio bajo tierra tras el derrumbe o incluso que fuera el propio acero el que, en una reacción exotérmica, se mantuviera incandescente produciendo óxido de hierro, que funde a temperaturas más bajas, ayudado por el agua echada por los bomberos.
Hay fotografías que muestran columnas cortadas en ángulo de 45°. Según los partidarios de la teoría de la conspiración este ángulo es característico del uso de termita para cortar columnas de acero en demoliciones controladas y no encuentran otro motivo para que los cortes estuvieran realizados en diagonal, lo que les lleva a concluir que tal corte prueba que se usó termita. Hay otras fotografías que muestran a soldadores realizando los cortes diagonalmente, y se ha sugerido que los cortes se hicieron de esa forma para favorecer que las vigas cayeran en cierta dirección tras ser cortadas. A eso hay que añadir que la limpieza del corte es inconsistente con el uso de termita.
Según algunos teóricos de la conspiración, la mayoría de las columnas se encontraron en secciones de aproximadamente 9 metros, lo cual se argumenta como prueba del uso de explosivos. Esta afirmación alude probablemente a las piezas constitutivas de la malla perimetral, que de hecho tenían esa longitud y se separaron durante la caída, y es fruto del desconocimiento de la estructura de las Torres.
Unos meses después de los ataques, la mayor parte de las columnas de acero fueron transportadas a Asia, tras ser analizadas por los investigadores forenses. Los defensores de las teorías no oficiales afirman que con este envío se evitaba que las columnas pudieran ser estudiadas de nuevo y descubrirse en ellas efectos causados por explosivos.
La investigación posterior llevada a cabo por los expertos finalmente concluyó que al impactar el avión contra la torre, la espuma antiincendios que recubría las vigas principales y que las aislaba del calor salió desprendida, por lo que tras horas de calentamiento éstas se combaron. Por otra parte el impacto también derribó los muros secos que debían evitar la propagación de incendios en el interior del edificio. Las vigas en el punto de impacto debían sostener un peso mucho mayor y con la deformación producida por el calor terminaron por ceder. El derrumbe de las Torres Gemelas se habría debido pues al efecto combinado del impacto y del incendio subsiguiente.
wikipedia.com
5 comentarios:
Alucinada me voy con el pedazo de artículo, comentando todos los detalles hasta el más mínimo.
Muy interesante
Besitos encanto
Me dejas de piedra... Aunque si te soy sincero.. Yo ya había oido hablar de otras conspiraciones aún más terroríficas sobre este tema...
La verdad es que todo esto la da un toque misterioso a la situación.
Yo particularmente creo que hay algo raro,algo más que no sabemos...
Un saludo....
Yo ya he visto documentales sobre este tema, y si los datos que dan no mienten, estamos ante la prueba de lo que son capaces los gobiernos americanos para el "bienestar de sus ciudadanos".
¡Vaya documental!
¡Buenísimo!
A mi este tema me pone nerviosa y bueno, he visto muchos muchos vídeos que apoyan la teoría que comentas. Uno de los más cortos y más claros es este... (dejo enlace por si alguien quiere verlo)
http://es.youtube.com/watch?v=C8sQWPJPBE0&feature=related
Me encantó.
Besitos.
:)
çok güzel site. :)
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