En 1945 desaparecieron cinco aviones torpederos, el llamado vuelo 19, y un hidroavión que salió en su búsqueda, acrecentando así una de los mayores mitos de la historia sobre un área geográfica, situada en el Océano Atlántico, entre las islas Bermudas, Puerto Rico y Florida (Fort Lauderdale). El triángulo de las Bermudas, conocida con este nombre a partir de 1964 por las películas de Hollywood, cubre una extensión de 1.2 millones de km².
Las primeras referencias se deben al propio Cristóbal Colón, que mencionó el avistamiento de "extrañas luces danzantes en el horizonte" en está zona, además de algo parecido a meteoros cayendo y un mal funcionamiento de la brújula. Hasta la fecha hay documentadas más de 170 desapariciones, entre barcos y aviones, siendo la mayoría de éstas explicadas racionalmente. Otras muchas otras no pueden serlo, constituyendo así un debate abierto entre creyentes y escépticos.
El mito del Triángulo de las Bermudas fue una invención de Vincent Gaddis en un artículo publicado en 1964 por la revista norteamericana Argosy. Charles Berlitz lo popularizaría años más tarde con "El Triángulo de las Bermudas", donde se recopilaba casos reales de desapariciones mezclados con falsedades e invenciones.
En esta zona pasa la Corriente del Golfo al abandonar el Caribe, propiciando un área con un tiempo bastante inestable, que genera tormentas y huracanes muy a menudo, y hace que los restos de los artefactos hundidos no se encuentren. También se caracteriza por ser el centro de un fuerte campo magnético, al estar constituido su fondo por materiales ferromagnéticos como la pirita y la magnetita.
Dicha actividad magnética provoca una cierta atracción de los materiales con propiedades análogas y una alteración en el funcionamiento de los instrumentos que utilizan dicha propiedad, como las brújulas u otros equipos electrónicos.
Otra posible explicación es la existencia de grandes bolsas de gas metano bajo la superficie del fondo de esta zona, formadas por la descomposición de las materias orgánicas. Un modelo matemático elaborado por científicos de la Universidad Monash de Melbourne (Australia) ha confirmado que las burbujas de metano que llegan a la superficie del mar, y no se han disuelto en su ascensión, son las causantes de los misteriosos hundimientos, al provocar fuertes turbulencias, difíciles de sortear por los navíos. Desde la Universidad de Cardiff, reportan como posible explicación a los hidratos de metano, superconcentraciones de gas generadas por bacterias a elevadísimas presiones en las profundidades marinas. Estos hidratos de gas se vuelven inestables y causan mezclas explosivas de aire y gas.
La combinación de todos estos factores y un denso tráfico marítimo hacen inevitable que algunos barcos se adentren en tormentas y se pierdan sin dejar rastro por su desorientación, especialmente antes del desarrollo de las telecomunicaciones, el radar y los satélites a finales del siglo XX, quedándose en muchos casos sin combustible o estrellándose contra el océano.
Otras posibles explicaciones, aunque no demostradas, son aquellas que culpan a fenómenos extraños, muchos de ellos basados en teorías físicas como: la hipotética característica topológica del espacio-tiempo, los agujeros de gusano o puentes de Einstein-Rosen, descritos por las ecuaciones de la relatividad general, la cual es esencialmente un "atajo" a través del espacio y el tiempo; o la teoría de una cuarta dimensión espacial.
Existen muchos puntos de los mares terrestres en los que se dan desapariciones de buques y otros artefactos, aparentemente inexplicables. Uno de ellos es el denominado Triángulo de Formosa, o también conocido como Mar del Demonio, un área comprendida entre Japón, Guam y Luzón, a 175 Kilómetros al sur de Tokio…
Las primeras referencias se deben al propio Cristóbal Colón, que mencionó el avistamiento de "extrañas luces danzantes en el horizonte" en está zona, además de algo parecido a meteoros cayendo y un mal funcionamiento de la brújula. Hasta la fecha hay documentadas más de 170 desapariciones, entre barcos y aviones, siendo la mayoría de éstas explicadas racionalmente. Otras muchas otras no pueden serlo, constituyendo así un debate abierto entre creyentes y escépticos.
El mito del Triángulo de las Bermudas fue una invención de Vincent Gaddis en un artículo publicado en 1964 por la revista norteamericana Argosy. Charles Berlitz lo popularizaría años más tarde con "El Triángulo de las Bermudas", donde se recopilaba casos reales de desapariciones mezclados con falsedades e invenciones.
En esta zona pasa la Corriente del Golfo al abandonar el Caribe, propiciando un área con un tiempo bastante inestable, que genera tormentas y huracanes muy a menudo, y hace que los restos de los artefactos hundidos no se encuentren. También se caracteriza por ser el centro de un fuerte campo magnético, al estar constituido su fondo por materiales ferromagnéticos como la pirita y la magnetita.
Dicha actividad magnética provoca una cierta atracción de los materiales con propiedades análogas y una alteración en el funcionamiento de los instrumentos que utilizan dicha propiedad, como las brújulas u otros equipos electrónicos.
Otra posible explicación es la existencia de grandes bolsas de gas metano bajo la superficie del fondo de esta zona, formadas por la descomposición de las materias orgánicas. Un modelo matemático elaborado por científicos de la Universidad Monash de Melbourne (Australia) ha confirmado que las burbujas de metano que llegan a la superficie del mar, y no se han disuelto en su ascensión, son las causantes de los misteriosos hundimientos, al provocar fuertes turbulencias, difíciles de sortear por los navíos. Desde la Universidad de Cardiff, reportan como posible explicación a los hidratos de metano, superconcentraciones de gas generadas por bacterias a elevadísimas presiones en las profundidades marinas. Estos hidratos de gas se vuelven inestables y causan mezclas explosivas de aire y gas.
La combinación de todos estos factores y un denso tráfico marítimo hacen inevitable que algunos barcos se adentren en tormentas y se pierdan sin dejar rastro por su desorientación, especialmente antes del desarrollo de las telecomunicaciones, el radar y los satélites a finales del siglo XX, quedándose en muchos casos sin combustible o estrellándose contra el océano.
Otras posibles explicaciones, aunque no demostradas, son aquellas que culpan a fenómenos extraños, muchos de ellos basados en teorías físicas como: la hipotética característica topológica del espacio-tiempo, los agujeros de gusano o puentes de Einstein-Rosen, descritos por las ecuaciones de la relatividad general, la cual es esencialmente un "atajo" a través del espacio y el tiempo; o la teoría de una cuarta dimensión espacial.
Existen muchos puntos de los mares terrestres en los que se dan desapariciones de buques y otros artefactos, aparentemente inexplicables. Uno de ellos es el denominado Triángulo de Formosa, o también conocido como Mar del Demonio, un área comprendida entre Japón, Guam y Luzón, a 175 Kilómetros al sur de Tokio…
Fuente: http://www.culturapopular.com/
3 comentarios:
Que me gusta a mi un barco desaparecido!!!
Gracias a Lost (serie que me tiene mas gilipollas de lo habitual), he leido mogollón sobre estos asuntos, y me parecen... "vamos Jesulito" ok: IM presionante!!!
Un saludo Jordi,
Silvia.
Oye Jordi, está quedando super interesante el blog, me encantan todas las entradas... Sobre todo, como a Silvia, las que tratan algo de misterio.
Saludos!
que interesante!!! me a encantao jordi, sigue asi que mola un monton
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