Mientras que los mamíferos utilizan para el amamantamiento las glándulas mamarias, el pez zoarcido (Zoarces viviparus) utiliza folículos ováricos para alimentar con sustancias nutritivas a sus embriones cuando están todavía dentro del cuerpo de su madre.
Los autores del descubrimiento son biólogos de la Universidad de Copenhague, Dinamarca. En el artículo publicado en Journal of Experimental Marine Biology and Ecology (Revista de Biología y Ecología Marina Experimental), se explica el enigma del pez zoarcido, conocido por parir alevines vivos y relativamente grandes.
El embarazo de este pez vivíparo, que habita en las aguas costeras de Europa del Norte, desde el Canal de la Mancha hasta el Mar Báltico y el Mar Blanco en el océano Ártico, puede durar hasta seis meses. La hembra da a luz a hasta 400 crías de entre 3 y 5 centímetros de largo, pariéndolos en invierno, cuando las temperaturas del agua son extremadamente frías.
Otras conocidas especies de peces vivíparos, como el guppy y el molly, también dan a luz a crías muy desarrolladas, pero tras un corto período de gestación. Los científicos habían desconocido cómo el pez zoarcido podía alimentar a sus crías durante tanto tiempo, puesto que su saco gestacional no puede sostener por más de seis meses a los embriones que se desarrollan.
Pero, por casualidad, los científicos descubrieron que los embriones del pez zoarcido realmente maman los folículos ovarios de su madre, nutriéndose de sustancias necesarias para su desarrollo.
El profesor Peter Skov, quien encabezó el estudio, explicó que, al igual que en los mamíferos, en el zoarcido el óvulo también es producido y madurado en el ovario con los folículos, pero “la fertilización, y todo el periodo gestacional se lleva a cabo allí mismo porque estos peces no tienen útero".
Las crías de los mamíferos se nutren de proteínas, ácidos grasos y glucosa, así como de oxígeno, en la placenta por medio del cordón umbilical, y después del nacimiento continúan nutriéndose con el amamantamiento. A su vez, las crías del pez zoarcido, después de agotar las reservas del saco gestacional, adhieren sus bocas a un folículo ovárico que tiene un canal en su punta por la cual fluyen nutrientes, saturados también de oxígeno. Cada embrión se adhiere a un folículo único, lo que “asegura una distribución igualitaria de nutrientes", explican los científicos.
El descubrimiento “cambia lo que conocíamos sobre la reproducción de los zoarcidos, y quizás también se aplica a otros peces", afirman los investigadores.
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1 comentario:
Muy curioso, la verdad. Y pensar que hay quien dice que en cuestión de zoología ya no queda nada por descubrir...
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