Los origenes de la momificación en Egipto se deben a las condiciones climáticas y orográficas de sus tierras. En tiempos prehistóricos se enterraba a los muertos en la arena del desierto envueltos en pieles de animales o en esteras. El ambiente, seco y ardiente, absorbía el agua de los tejidos de los cuerpos, que así se conservaban, convirtiéndolos en momias naturales.
Cuando al principio de la historia se comenzaron a construir tumbas y a enterrar a los muertos en ataúdes, dejaron de existir estas condiciones naturales de conservación y los cadáveres se descomponían. Pero según las ideas religiosas del antiguo Egipto, para que se diera vida en el más allá era imprescindible la conservación del cuerpo terrenal, por lo que se empezó a experimentar de qué forma se podía conservar éste de la descomposición natural.
Cuando al principio de la historia se comenzaron a construir tumbas y a enterrar a los muertos en ataúdes, dejaron de existir estas condiciones naturales de conservación y los cadáveres se descomponían. Pero según las ideas religiosas del antiguo Egipto, para que se diera vida en el más allá era imprescindible la conservación del cuerpo terrenal, por lo que se empezó a experimentar de qué forma se podía conservar éste de la descomposición natural.
Se descubrió que sin extraer los órganos internos de la caja torácica y del vientre no se podía evitar la descomposición. Así los embalsamadores del Imperio Antiguo comenzaron a abrir las cavidades ventrales de los difuntos y a extraer las vísceras. Pero no se logró, pese a la extracción de las vísceras, conservar los tejidos del cuerpo de forma tal que llegaran intactos hasta nuestros días. La envoltura de lino se encuentra en un estado todavía muy bueno y en ella se hace apreciable el esfuerzo de los egipcios por conservar el cuerpo después de la muerte.
Será ya en el Imperio Medio cuando se dió el pasó siguiente en el desarrollo de la técnica de la momificación, consiste en la extracción del cerebro del cráneo. Este procedimiento al principio solo se aplicó en casos muy aislados. Apartir del Imperio Nuevo se generalizó extraer del cuerpo tanto el cerebro como las vísceras para enbalsamarlo.Para cualquier egipcio antiguo el primer requisito para conseguir una vida tras la muerte era conseguir que su cuerpo fuera embalsamado porque así se preservaría en la eternidad y los elementos espirituales tendrían un lugar reconocible donde descansar.
El proceso de momificación
Gracias al relato del historiador griego Herodoto tenemos más información sobre las distintas técnicas que se llevaban a cabo. Si bien es cierto que Herodoto no detalla el proceso paso a paso, normalmente consistía en romper el tabique nasal y el hueso nasal inferior, traspasando la lámina cribosa del hueso etmoides con un gancho introducido por las fosas nasales, verter en el interior una serie de líquidos para su descomposición, batir el cerebro y sacar el contenido de la caja craneal por las fosas nasales. Estas técnicas se constatan desde la dinastía IV.
Gracias al relato del historiador griego Herodoto tenemos más información sobre las distintas técnicas que se llevaban a cabo. Si bien es cierto que Herodoto no detalla el proceso paso a paso, normalmente consistía en romper el tabique nasal y el hueso nasal inferior, traspasando la lámina cribosa del hueso etmoides con un gancho introducido por las fosas nasales, verter en el interior una serie de líquidos para su descomposición, batir el cerebro y sacar el contenido de la caja craneal por las fosas nasales. Estas técnicas se constatan desde la dinastía IV.
Según Heródoto, los embalsamadores comenzaban a trabajar por la cabeza del cadáver extrayendo de ella el cerebro, mediante unos ganchos de bronce (descritos por Heródoto, como de hierro) que alcanzan hasta 40cm de longitud. Uno de los extremos de este instrumento podía tener formas muy diferentes: de aguja, de gancho o incluso arrollado en espiral. En los craneos ya vacios se vertía una substancia (según Heródoto de aspecto resinoso) que consistía en la mezcla de resinas de diversas coníferas, cera de abeja y aceites vegetales aromáticos que una vez dentro del craneo se solidificaban. Pero en algunos casos en vez de esta substancia se introducía lino.
Después abrían su cavidad ventral. Se realizaba una incisión por encima de la cresta iliaca y en el lado izquierdo. Los embalsamadores conservaban las vísceras extraídas (pulmones, hígado, estómago e intestinos; no conservaban los riñones porque no entendían su función) por separado, las envolvían el un paño de lino y depositaban cada órgano en uno de los llamados Vasos Canopos, recipientes especiales que se depositaban el en interior de la tumba junto a la momia.
El siguiente paso era tratar el cuerpo con natrón, que extrae de los tejidos del cuerpo el agua que contienen, secándolos y conservándolos. El natrón no era líquido, se ponía en el cuerpo como sal en el interior y en el exterior. El tratamiento con sal de natrón duraba entre 35 y 40 días. Para darle al cuerpo un aspecto externo parecido a lo que fuera en vida, se tenía que rellenar nuevamente la caja torácica y la cavidad abdominal. Ello se llevaba a cabo utilizando lino o aserrín, más rara vez barro del Nilo o plantas olorosas. En el corte practicado en la cavidad ventral se volvía a coser una vez introducido el relleno (aunque en casos muy aislados), pero generalmente lo solían cerrar con lino, y al rey con una delgada chapa de oro.
En algunos casos, la evisceración se realizó por el ano, lo que coincidiría con el tercer método que nos describe Herodoto (el más barato y más rápido, pero igualmente eficaz). Se hacía mediante un purgante que se mantenía en el interior, rellenado todo el intestino delgado y grueso hasta lo que diera de sí. Para hacer estanco el relleno, se taponaba el ano o se suturaba dejando que las propiedades corrosivas del aceite hicieran su efecto, durante el tiempo que transcurría la deshidratación inducida por el natrón. Al retirar el tapón los órganos internos, licuados y descompuestos y mezclados con el aceite, salían deshechos por este conducto. Después por el mismo lugar se introducían materiales de relleno.
Pese a que ésta es considerada la embalsamación más modesta, se han encontrado restos, en algunos cuerpos de aceite de cedro del líbano, sustancia muy cara ya que era un producto de importación. El conocimiento de las propiedades químicas de este aceite para licuar el contenido visceral, fue el determinante para su uso en la fase de la evisceración funeraria Si los órganos se habían retirado practicando una incisión en el abdomen, en el interior se vertía vino de palma y sustancias aromáticas. Más tarde lo vaciaban, lo rellenaban, cosían la incisión y se cubría con una placa protectora.
Después lo lavan, y si el personaje era importante le adornaban con una serie de dedales en las manos y en los pies e incluso con una lengua artificial de oro. A continuación, lo vendaban en el orden siguiente: los dedos de manos y de los pies por separado, las extremidades, el tronco y la cabeza. Una vez vendadas estas zonas, se realizaba un vendaje general de arriba abajo y de abajo arriba, intercalando los amuletos protectores cuyo número se incrementaba en el tronco.
También se incluían materiales de relleno (trapos o prendas de vestir) para dar forma crisaliforme y se adherían pegando el vendaje al cuerpo con resina. Como curiosidad comentar que parece que las vendas eran entregadas por los propios familiares, utilizando para ello restos de telas de la casa, incluso hay casos en los que se ha hallado una vela de barco entera entregada para tal función (hombre de Lyon, del Período Ptolemaico). Finalmente se cubría con un sudario, una máscara, un cartonaje, lienzo o retrato, aunque en época Ptolemaica llegaron a pintarse sobre las propias vendas. Cada uno de estos procesos de vendaje requería la recitación de textos precisos para cada parte del cuerpo, recogidos en el Libro de los Muertos.
En el caso de los niños, el cerebro solía eliminarse retirando uno de los huesos parietales, como ocurre con los fetos encontrados en la tumba del rey Tutanjamón, de la dinastía XVIII, o por la bóveda palatal (esta última también presente en cuerpos adultos, a partir de la dinastía XII). Los órganos internos los retiraban haciendo una incisión vertical en el costado izquierdo del abdomen (técnica que ya encontramos en la dinastía IV). Para ello utilizaban una cuchillo de piedra etiópica, según Heródoto, y se momificaban preparándolos en otra pequeña mesa de piedra similar a la empleada para el cuerpo. Los órganos internos (intestino, hígado, pulmones, estómago) eran momificados aparte y se introducían en unos recipientes llamados, mientras que el corazón, como órgano más importante del cuerpo era la única víscera que se dejaba en el interior de la momia y sobre ésta un sustituto mágico del corazón en forma de escarabeo.
Los embalsamadores
Los embalsamadores trabajaban fuera de las localidades, a orillas del Nilo o de una acequia que arrancaba del mismo, ya que para limpiar los cuerpos necesitaban agua en abundancia. Los hallazgos de materia vegetal que quedó accidentalmente como residuo en los cuerpo de las momias evidencia, además, que el embalsamamiento se llevaba a cabo al aire libre. El cuerpo yacía para ello sobre una mesa de piedra o de madera. Para un embalsamamiento real se utilizaban mesas mucho más ostentosas comparables con las de alabastro que se utilizaron para momificar los cuerpos de los toros Apis.
Los embalsamadores trabajaban fuera de las localidades, a orillas del Nilo o de una acequia que arrancaba del mismo, ya que para limpiar los cuerpos necesitaban agua en abundancia. Los hallazgos de materia vegetal que quedó accidentalmente como residuo en los cuerpo de las momias evidencia, además, que el embalsamamiento se llevaba a cabo al aire libre. El cuerpo yacía para ello sobre una mesa de piedra o de madera. Para un embalsamamiento real se utilizaban mesas mucho más ostentosas comparables con las de alabastro que se utilizaron para momificar los cuerpos de los toros Apis.
Para envolver el cuerpo momificado, los embalsamadores necesitaban gran cantidad de paños y vendas de lino. Solían utilizar prendas de vestir y telas desechadas procedentes del ajuar doméstico del difunto, que cortaban en tiras. Sobre todo en el Período Tardío, los embalsamadores colocaban sobre la momia casi totalmente vendada una gran cantidad de amuletos muy diversos. Tutankamon tenía unos 143 amuletos muchos de ellos fabricados en oro. Sobre el lienzo exterior de lino se disponía, en ocasiones, una red muy artísticamente elavorada compuesta por cuentas de loza. La cabeza de la momia estaba envuelta por una máscara pintada de lino estucado: solo en caso delas momias reales se utilizaron máscaras de oro. El rostro de la máscara de la momia muestra al difunto con una cara deificada, con un rostro idealizado. Con los romanos comenzaron a darle sus propios rasgos a cada momia.El entierro del difunto se realizaba aproximadamente a los 70 días de su muerte.
Momificacion de animales
Cada año miles de peregrinos agobiados por difíciles decisiones y problemas iban a Saqqara a solicitar ayuda mediante la venta de animales momificados que servían como mensajeros de los dioses considerados sagrados por los egipcios. Thoot era el dios del conocimiento y la escritura, Horus el dios alcón del cielo, vengador de su padre Osiris. El culto a los animales era accesible para todo el mundo.
Cada año miles de peregrinos agobiados por difíciles decisiones y problemas iban a Saqqara a solicitar ayuda mediante la venta de animales momificados que servían como mensajeros de los dioses considerados sagrados por los egipcios. Thoot era el dios del conocimiento y la escritura, Horus el dios alcón del cielo, vengador de su padre Osiris. El culto a los animales era accesible para todo el mundo.
Bajo los templos de culto encontramos una serie de catacumbas atestadas de tinajas que contienen las momias de los animales sacrificadospara los dioses. Solo en las galerías pertenecientes al culto de Ibis hay más de un millón y medio. Los ibis fueron alguna vez el animal más común de Egipto, pero en Saqqara eran criados en cautividad en un lago cercano al templo de culto y atendidas cuidadosamente por sacerdotes, cuando se les necesitaba se les mataba y se les momificaba. Una vez sacrificados en algunos casos solo fueron ó solo disecados con betún ó eviscerados y luego eran envueltos con vendajes de lino. En algunos casos se aplicaban vendajes bastante elaborados y ocasionalmente tienen ornamentos que muestran deidades asociadas con la necrópolis animal.
En las catacumbas del culto a Horus encontraron que las momias no contenían un alcón genuino debido a la dificultad de cría en cautividad, en algunas encontraron partes de Ibis y estacas y ocasionalmente una parte de alcón envuelta como si fuera una momia del dios completa. Y generalmente estas eran estas momias sustituidas por las genuinas. Mientras en Saqqara se mataban millones de animales en otro lugar la muerte de un animal, significaba el luto nacional.
En Menfis se creía que un buey llamado Apis era la encarnación de "Ptat", el dios creador de Menfis, una de las deidades más importantes de Egipto. Al morir se le daban todos los rituales característicos de un rey.
Fuente: http://www.retena.es/
1 comentario:
Fascinante.
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