sábado, 4 de enero de 2014

La máquina de coser

La historia se inició en 1755 en Londres, cuando el alemán, Charles Weisnthal, patentó una aguja para utilizarse en un precario tipo de costura mecanizada. En ningún momento se mencionó que cosiera con una maquina de coser.

Pasaron 34 años hasta que Englishman Thomas Saint inventó, lo que actualmente se considera, la primera maquina de coser. En 1790 se patentó una maquina con la cual una aguja agujereaba el cuero, pero los críticos de Saint destacan la posibilidad de que únicamente patentara una idea y lo mas problable es que nunca llegara a construir la máquina. De hecho, en 1880 se intentó construir la maquina de coser basándose en los dibujos de Saint, pero no se logró, pues eran necesarias modificaciones considerables.

Alrededor de 1810, en Alemania, el inventor Balthasar Krems desarrolló una maquina para coser gorras. No disponemos de fechas exactas para situar el modelo de Krems y se dispone de pocos datos.

Un sastre austriaco Josef Madersperger produjo una serie de maquinas durante principios del siglo XIX que patentó 1814. Con la ayuda del gobierno australiano, continuó trabajando en su invención en 1839, pero no consiguió su objetivo y murió en la más absoluta pobreza.

Dos sistemas de maquinas de coser fueron patentados en 1804, una en Francia por Thomas Stone y James Henderson - otra maquina que simulaba parte de la costura - y otra de Scout John Duncan de utilizando varias agujas. No se conoce nada sobre lo que ocurrió con estos inventos.

El primer americano en reclamar la fama fue en 1818. En Vermont, John Adams Doge y su compañero Jon Knoeles pusieron en marcha un dispositivo, que a pesar de realizar una puntada, sólo podía coser una longitud limitada y necesitaba un proceso laborioso para volver a colocar la tela.

Parece ser que la persona considerada como el inventor de la maquina de coser podría ser Barthelemy Thimonnier a quien, en 1830, el gobierno francés le concedió la patente. Usaba una aguja de púas para que su maquina fuera construida únicamente de madera. Se dice, que originalmente diseñó la maquina para bordar, y que luego describió su potencial como maquina de coser.

Probablemente predecesores suyos fueron capaces de convencer a las autoridades de la utilidad de su invento y le concedieron un contrato para construir un lote de maquinas y utilizarlas para coser los uniformes del ejercito francés. En menos de 10 años después de la concesión de su patente, Thimonner tenía en funcionamiento una fábrica con 80 maquinas de coser, hasta que topó con los problemas ocasionados por los sastres parisinos: tenían miedo que las maquinas de coser les quitaran el trabajo.

Una noche un grupo de sastres entraron en la fabrica, destrozaron todas las maquinas e incluso Thimonnier temió por su vida. Con un nuevo compañero, empezó de nuevo, produciendo maquinas mejoradas y producidas en cadena; pero los sastres atacaron de nuevo. Con Francia en medio de la revolución, Thimonnier podía esperar poca ayuda de la policia o el ejercito y huyó a Inglaterra con la única maquina de coser que consiguió salvar.

Sin duda fue el primer fabricante de la primera maquina de coser, fue el primer hombre en ofrecer maquinas para su venta y dirigió la primera fabrica de ropa. A pesar de ello, murió en la casa de los pobres en 1857.

En Estados Unidos Walter Hunt inventó en 1833 la primera maquina que no únicamente simulaba parte de la costura manual. Hizo una puntada mediante dos carretes de hilo y se incorporó la aguja con orificio, tal como se utiliza hoy en día. Pero, de nuevo, solo se podía coser una longitud limitada.

Nueve años mas tarde, en 1842 John Greenough, produjo una maquina que la aguja pasaba completamente a través de la tela. A pesar de construir un modelo y mostrarlo con la esperanza de conseguir capital para su producción, no pudo conseguir financiación.

Quizás todos los elementos de una moderna maquina de coser los encontramos a principios de 1844, cuando el inglés John Fisher inventó una maquina, que aunque habia sido diseñada para la producción de encajes, era básicamente una maquina de coser. Probablemente debido a la falta de patente, este invento fue pasado por alto años posteriores.
A pesar de un nuevo aluvión de invenciones menores en la década de 1840, la mayoría de los estadounidenses afirman que la máquina de coser fue inventada por los agricultores de Massachusetts Elias Howe que completó su primer prototipo en 1844, poco después de Fisher.

Un año más tarde fue patentado y Howe se dedicó a tratar de comercializarla. Pero, no tuvo éxito, el mundo no estaba preparado para mecanizar la costura. Desesperado y endeudado, Howe envió a su hermano Amasa a Inglaterra con la esperanza de despertar más interés por su maquina de coser. Amasa sólo consiguió convencer a William Thomas, fabricante de corsés, que finalmente compró los derechos del invento y se asoció con Howe con el objetivo de volver a Londres y seguir desarrollando la maquina de coser.

La unión no funcionó, se acusaron mutuamente de incumplir los acuerdos pactados y finalmente, Howe, arruinado, regresó a Estados Unidos. Cuando llegó, se encontró que se habían apropiado de su maquina de coser; incluyendo Singer, y que docenas de fabricantes estaban produciendo maquinas sin respetar su patente.

Se sucedió una larga disputa legal, sólo cuando Wheeler & Wilson y Grover & Baker unieron sus patentes consiguieron proteger el monopolio.

Singer no introdujo ningún gran avance en la maquina de coser, aunque fue pionera en poner en marcha el alquiler con derecho a compra y desarrolló técnicas agresivas de venta.

http://www.maquinas-de-coser.es


1 comentario:

Genín dijo...

Que raro que un gobierno australiano ayudara a un austriaco, sobre todo en aquella época... :)
Salud

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