
Brandon y Alex Anderson, de 18 años, volvían de pasar un día de pesca cuando una serpiente de cascabel atacó a Anderson, mordiéndole en una arteria. El joven sintió un gran dolor, tenía problemas para respirar y comenzó a vomitar.
"Fue realmente aterrador", recuerda Brandon, quien sin pensarlo dos veces se subió al volante del coche de su amigo y empezó a conducir. Mientras, logró contactar con emergencias, desde donde le indicaron cómo llegar al lugar más cercano para conseguir ayuda.
Tras recorrer 27 kilómetros, pudo localizar a una ambulancia, que trasladó a Anderson a una zona de aterrizaje. Allí, un helicóptero de transporte aéreo esperaba al joven para llevarlo al hospital.
"El camino en coche y el vuelo en helicóptero parecían tardar una eternidad. Pensé que iba a morir. Fue sin duda la peor experiencia de mi vida", cuenta Anderson, quien asegura que sabía que Brandon "era un chico inteligente y estaba en buenas manos".
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1 comentario:
Buena reacción del chico.
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