
El templo podría haber pertenecido a la esposa del rey Ptolomeo III, primer monarca de la dinastía Ptolomeica (332-30 a.C.). Esta dinastía estuvo presente desde la conquista de Egipto por Alejandro Magno hasta el suicidio de Cleopatra VII, cuando Egipto pasó a manos de Roma.
Durante la excavación se han desenterrado 600 objetos, entre los que abundan recipientes de barro, figuras de terracota de los dioses Harpócrates (Hurus niño) y Ptah, así como lozas y estatuas de piedra y bronce de otras deidades del Antiguo Egipto. La pieza más destacada es una estatua en forma de gata de Bastet, la diosa de la protección y la maternidad. El arqueólogo Mohamad Abdel Maqsud, director de Antigüedades del Bajo Egipto y responsable de la excavación, ha explicado que el hallazgo indica que el culto a la “diosa gata” permaneció inalterable en esta época, a pesar de la influencia griega.
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4 comentarios:
Los egipcios eran muy aficionados a los gatos.
La foto de la cabecera está xula.
Es que los gatos tienen muchísimos secretos que no conocemos. Por eso tienen tanto éxito en Internet XD XD XD
Los gatos para los egipcios son sagrados.
Un blog muy interesante.
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