Un iceberg o témpano de hielo es un pedazo grande de hielo dulce flotante desprendido de un glaciar formado por nieve o de una plataforma de hielo. Los iceberg son arrastrados hacia latitudes más bajas, a veces ayudados por las corrientes marinas frías de origen ártico, como es el caso de la Corriente del Labrador o de Groenlandia. De un iceberg sobresale del agua sólo una octava parte de su volumen total, por lo que estas masas gélidas constituyen un peligro para la navegación, ya que pueden alcanzar dimensiones enormes.
El hielo que forma los icebergs está originado en los glaciares continentales, y por ello pueden alcanzar dimensiones considerables. No procede del agua marina porque el hielo que se forma en la superficie del Océano Ártico, por ejemplo, nunca llega a tener un espesor grande, ya que la presión que recibe el agua a varios metros de profundidad es lo suficientemente grande como para impedir que se congele. El hielo es menos denso que el agua; por eso flota, y por eso, también, no puede formarse hielo a cierta profundidad: más aún, el hielo que se forma en la banquisa del Océano Ártico también está formado por agua dulce y se forma más por escarcha que por nieve, por lo cual procede del agua atmosférica.
La temperatura del agua en el fondo del océano tiene un valor fijo alrededor de los 4º C (esta es la temperatura a la cual su densidad alcanza su mayor grado). Estas aguas del fondo del mar quedan como atrapadas a esa profundidad; si aumentara su temperatura (por ejemplo por un volcán o géiser en el fondo oceánico), disminuiría su densidad y ascendería. También puede ascender por efecto de la rotación de la Tierra, en las costas occidentales de los continentes, y en este caso también se elevaría pero sería de aguas frías (esta es la razón de la existencia de corrientes frías en la zona intertropical). Cuando los icebergs son arrastrados por algunas corrientes pueden llegar a las latitudes medias y constituir un peligro para la navegación. El ejemplo más conocido de este tipo de peligros es que el hundimiento del Titanic el 14 de abril de 1912, se produjo cuando ya se encontraba cerca de las costas de Nueva Inglaterra, debido a que la Corriente del Labrador suele arrastrar los icebergs hasta las latitudes de los Bancos de Terranova y aún más bajas, hasta el punto de encuentro con la Corriente del Golfo. Si observamos en un mapa el límite sur de los hielos flotantes en el Atlántico Norte podremos comprobar que presenta una indentación hacia el sur junto a América del Norte y otra hacia el norte junto a las costas europeas (por efectos de la Corriente del Golfo). En octubre de 1999, un iceberg del tamaño de Londres (también se comparó con el tamaño de la isla de Manhattan) se desprendió de la barrera de hielo Antártica, aunque nunca se ha alejado mucho de esta masa continental antártica por la razón de que la corriente de deriva antártica la sigue encerrando hacia el continente.
Estas islas de hielo existen gracias a una propiedad notable del agua: en su forma sólida tiene menor densidad que en estado líquido. Si no fuese éste el caso, el hielo se acumularía en el fondo de los océanos y no en su superficie.
También el hielo es una excepción en el mundo de los elementos, y se debe a que la molécula del agua (H2O) está polarizada eléctricamente. El átomo de oxígeno atrae más a los electrones que los átomos de hidrógeno, lo que impone al hielo una estructura de tipo cristalino (por el juego de la atracción y de la repulsión eléctrica) que tiene menos densidad que si fuese un sólido amorfo.
http://es.wikipedia.org
El hielo que forma los icebergs está originado en los glaciares continentales, y por ello pueden alcanzar dimensiones considerables. No procede del agua marina porque el hielo que se forma en la superficie del Océano Ártico, por ejemplo, nunca llega a tener un espesor grande, ya que la presión que recibe el agua a varios metros de profundidad es lo suficientemente grande como para impedir que se congele. El hielo es menos denso que el agua; por eso flota, y por eso, también, no puede formarse hielo a cierta profundidad: más aún, el hielo que se forma en la banquisa del Océano Ártico también está formado por agua dulce y se forma más por escarcha que por nieve, por lo cual procede del agua atmosférica.
La temperatura del agua en el fondo del océano tiene un valor fijo alrededor de los 4º C (esta es la temperatura a la cual su densidad alcanza su mayor grado). Estas aguas del fondo del mar quedan como atrapadas a esa profundidad; si aumentara su temperatura (por ejemplo por un volcán o géiser en el fondo oceánico), disminuiría su densidad y ascendería. También puede ascender por efecto de la rotación de la Tierra, en las costas occidentales de los continentes, y en este caso también se elevaría pero sería de aguas frías (esta es la razón de la existencia de corrientes frías en la zona intertropical). Cuando los icebergs son arrastrados por algunas corrientes pueden llegar a las latitudes medias y constituir un peligro para la navegación. El ejemplo más conocido de este tipo de peligros es que el hundimiento del Titanic el 14 de abril de 1912, se produjo cuando ya se encontraba cerca de las costas de Nueva Inglaterra, debido a que la Corriente del Labrador suele arrastrar los icebergs hasta las latitudes de los Bancos de Terranova y aún más bajas, hasta el punto de encuentro con la Corriente del Golfo. Si observamos en un mapa el límite sur de los hielos flotantes en el Atlántico Norte podremos comprobar que presenta una indentación hacia el sur junto a América del Norte y otra hacia el norte junto a las costas europeas (por efectos de la Corriente del Golfo). En octubre de 1999, un iceberg del tamaño de Londres (también se comparó con el tamaño de la isla de Manhattan) se desprendió de la barrera de hielo Antártica, aunque nunca se ha alejado mucho de esta masa continental antártica por la razón de que la corriente de deriva antártica la sigue encerrando hacia el continente.
Estas islas de hielo existen gracias a una propiedad notable del agua: en su forma sólida tiene menor densidad que en estado líquido. Si no fuese éste el caso, el hielo se acumularía en el fondo de los océanos y no en su superficie.
También el hielo es una excepción en el mundo de los elementos, y se debe a que la molécula del agua (H2O) está polarizada eléctricamente. El átomo de oxígeno atrae más a los electrones que los átomos de hidrógeno, lo que impone al hielo una estructura de tipo cristalino (por el juego de la atracción y de la repulsión eléctrica) que tiene menos densidad que si fuese un sólido amorfo.
http://es.wikipedia.org
7 comentarios:
Un deseo para el futuro, poder realizar un viaje para contemplar los icebergs! Misteriosos y azules...
Son bonitos, pero con eso del calentamiento global a ver si se van a empezar a desprender más de la cuenta y entonces sí que será un problema gordo para la navegación por el Atlántico norte
Impresionante el reportaje de las fotos. La verdad que sería una pena que con lo del calentamiento global desapareciesen, aparte de lo que podrían llegar a causar.
Uno de los últimos tesoros que nos regala la naturaleza...y que nos estamos cargando...en fin...
he estado en los glaciares de argentina, upsala y perito moreno, os aseguro que el espectáculo, el color, el ruido es estremecedor, de verdad, algo indescriptible...
Como siempre una información muy interesante que enriquece nuestra cultura general más allá de lo que aparece en la TV :)
Saludos
gnuTrade
sii...una pregunta.... si ellos son un problema para la nvegacion cuando se desprenden de los glaciares.....entonces...que tan importantes son ellos para el planeta???
Publicar un comentario