Una sandía negra de la variedad "Densuke" alcanzó los 300.000 yens
(unos 2.380 euros) durante la primera jornada de subastas de esta
preciada fruta en los mercados tradicionales de Hokkaido, isla al norte
del archipiélago japonés.
Esta
valiosa variedad, que este año cumple su treinta aniversario en los
mercados de Japón, está caracterizada por su piel de color negro intenso
y su sabor dulce, lo que hace que alcance precios desorbitantes.
El ejemplar de este año, cuyo peso alcanzó los 8 kilos
aproximadamente, por encima de la media de 5 a 7 kilos de una "Densuke"
normal, se situó exactamente en el mismo precio que la primera sandía
negra subastada durante los dos pasados años.
En la jornada de hoy, se subastaron un total de 110 sandías "Densuke"
en los mercados de Asahikawa y Sapporo, detalló "El Periódico de
Hokkaido".
El afortunado comprador de la sandía negra más cara del año fue Shunichi Anzai, dueño de una cadena de supermercados de 33 años.
"Subí hasta los 300.000 yenes porque este año se cumple el 30
aniversario del inicio de la producción de los Densuke", afirmó Anzai
que ahora espera mostrar la preciada fruta en uno de sus
establecimientos antes de subastarla entre sus clientes.
Durante toda la temporada se llegan a vender una media de 67.000
sandías "Densuke", originarias del municipio de Toma, en Hokkaido, y por
las que normalmente se paga un precio cercano a los 5.000 yenes por
unidad (casi 40 euros).
Las primeras piezas de "Densuke" alcanzan habitualmente precios
astronómicos todos los años, aunque una de las más caras fue la primera
sandía de este tipo vendida por más de 4.000 euros en la temporada de
2008, antes de desatarse la crisis económica propiciada por la
bancarrota de Lehman Brothers.
En Japón es tradicional regalar fruta como obsequio al visitar a
alguien en un hospital, acudir a una cena o asistir a un evento, al
tratarse de un producto exclusivo y elegante.
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3 comentarios:
Frikis. Pagar eso por una sandía.
Y luego dicen que los japoneses discriminan a las negras... :))
Salud
Pues como encima estuviera mala por ser la primera que generalmente no están dulces. Vaya tela, jaja.
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