Un baptisterio del siglo VI dC hallado entre los restos descubiertos en la Basílica dels Sants Màrtirs Just i Pastor de Barcelona prueba que el templo constituía el segundo núcleo episcopal de la ciudad, lo que confirma la relevancia de Barcino durante el imperio visigodo.
La reliquia, que forma parte de los restos que se descubrieron hace un año por azar durante el cambio de suelos de la basílica, ha sido presentada ese miércoles por el teniente de alcalde de Cultura, Jaume Ciurana, la directora de un amplio estudio de la Barcelona cristiana y visigoda, Júlia Beltrán, y su párroco, Armand Puig. El baptisterio, un elemento que sólo utilizaban los obispos una vez al año en la víspera de Pascua, habría estado cubierto por una capa de pintura roja, según Beltrán. Tiene forma de cruz, probablemente irregular, de la que se conserva un brazo y parte de un segundo, así como unos escalones en la parte interior del brazo entero que servían para descender y ascender, ha asegurado la arqueóloga.
El hallazgo demuestra que los visigodos, que llegaron a la ciudad el año 415 con el establecimiento de Ataúlfo y Gala Placidia, ocuparon el entonces único núcleo obispal de Barcino, situado bajo la actual Catedral, obligando al obispado cristiano a desplazarse a lo que hoy es la Basílica de Sant Just i Pastor -de ahí la presencia del baptisterio-, donde parece que ya había una comunidad eclesiástica.
Ya existían documentos tanto de esta dualidad obispal como de la convivencia de culto entre los cristianos y los visigodos -que como arrianos negaban la divinidad de Jesús-, pero "dado que los documentos a veces exageran la realidad", el hallazgo arqueológico confirma ambos hechos, ha afirmado Beltrán. Hace un año ya se encontraron restos de hasta el siglo I dC, que ayudarían a constatar que el culto cristiano se ejercía desde época romana tardía, y que incluyen un osario con restos de barceloneses muertos en el sitio de 1714.
El hecho de que se confirme que Barcino fue una ciudad con dos núcleos obispales supone que la ciudad, pese a su reducido tamaño, "tuvo un peso importante en la etapa visigoda, que continuó ejerciendo posteriormente como centro de poder", ha apuntado la investigadora. Asimismo, se entiende mejor el crecimiento del primer grupo episcopal de Barcelona -ocupó casi una cuarta parte de la ciudad- impulsado por el primer poder oficial y la política visigoda así como otros hallazgos en el entorno de Sant Just i Pastor, como dos sarcófagos encontrados cerca de la Basílica.
Beltrán ha enfatizado que el trabajo arqueológico justo acaba de empezar, pero que "se ha abierto una puerta enorme al estudio de Sant Just i Pastor y de la ciudad tardoantigua". Ciurana ha destacado que el descubrimiento encaja con la voluntad del Gobierno municipal de plantearse y comprobar "nuevas hipótesis arqueológicas", aunque ha condicionado el avance de las obras de investigación en la basílica a su condición de lugar de culto y parte de la trama urbana.
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