Abbie Tully tiene 12 años, vive en Bournemouth,
Inglaterra, y padece una extraña enfermedad que hace que no puede
exponerse al frío, porque corre el riesgo de morir.
Hace cinco meses está encerrada en su casa, sin poder salir ni para ir al colegio, porque padece urticaria,
una reacción ante la exposición a estímulos fríos, que se manifiesta en
brotes agudos de habones en la piel (bultos rojizos que causan picor), y
causa otros síntomas que pueden incluir fiebre, malestar general, dolor
de cabeza y de las articulaciones.
Las reacciones más graves pueden causar dificultad para respirar y
descenso de la presión arterial, y sufrir un shock y posterior paro
cardíaco.
Por eso, esta niña vive un invierno de pasadilla, con un auto
inyector de epinefrina para cuando la reacción es grave, según publica
Daily Mail.
De esta manera, la mejor forma de estar al resguardo de su
enfermedad, es dentro de su casa, con climas cálidos, en un encierro
hermético.
http://www.dailymail.co.uk
1 comentario:
En este caso más que nunca debería valorar la posibilidad de emigrar a un país más cálido.
Un saludo.
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