La característica más llamativa de todas las especies de tiburones martillo es la particular forma de la cabeza en forma de T, con los ojos y los orificios nasales situados en los extremos de la cabeza, gracias a lo cual el movimiento de cabeza de lado a lado al nadar recorre con la vista todo a su alrededor e incluso lo que queda a sus espaldas.
Las aletas pectorales se localizan detrás de las branquias, y la aleta caudal tienen la punta negra. Casi toda la parte dorsal es gris o café, pero se vuelve blanca cerca de la parte ventral. Al igual que la mayoría de los tiburones, el tiburón martillo presenta contracoloración, es decir, un color oscuro en el lomo y uno claro en el vientre. Visto desde abajo, el tiburón martillo se confunde con el brillo de las aguas de la superficie; visto desde arriba, se confunde con el fondo marino oscuro. La contracoloración es un tipo de mimetismo que permite al tiburón sorprender a sus presas.
El tamaño habitual es de 3,7 m, pero pueden alcanzar los 6 metros de longitud y pesar casi media tonelada2 y son conocidos por eventuales ataques a humanos, si bien éstos son poco frecuentes.
Nadie sabe con exactitud por qué estos tiburones han evolucionado con esa curiosa forma de cabeza. Algunos biólogos creen que les proporciona una ventaja sensorial para encontrar a sus presas, mientras otros creen que les ayuda en la flotabilidad. Su olfato es capaz, mediante lóbulos olfativos telencefálicos incrementados, de detectar una gota de sangre a una distancia de un kilómetro y medio. Las aletas del tiburón martillo son particularmente apreciadas como alimento en el este de Asia, a pesar de que la caza de aletas de estos y otros tiburones está ahora prohibida en varios países.
La cornuda gigante es una de las especies más comunes; usualmente vagan a lo largo de declives cercanos a la costa, tanto en aguas poco profundas como en profundidades cercanas a los 275 m. A veces nadan cerca de la costa y entran en las bahías y los estuarios, o lugares donde se mezclan el agua dulce de los ríos y el agua salada del mar. En el verano, enormes cardúmenes, o grupos de estos tiburones, emigran del ecuador, aunque algunos se quedan en el mismo lugar toda su vida. Estos tiburones viven solos, en parejas o en grupo, pero cuando son jóvenes siempre viven en grandes grupos.
Este tiburón se alimenta de una gran variedad de animales, como anguilas, meros, sargos, peces delfín, otros tiburones, rayas, calamares, cangrejos, caracoles, sepias e, incluso, peces escorpión venenosos. Los dientes del tiburón martillo tienen forma de gancho y son tan afilados como una navaja, lo cual les facilita atrapar, despedazar y devorar a su presa.
Los tiburones martillo son ovovivíparos, es decir, animales que dan a luz crías vivas. Los tiburones no tienen placenta como los mamíferos, pero tienen útero dentro del cual se desarrollan los embriones en una membrana individual. Los embriones se sujetan a la yema y le extraen los nutrientes hasta que nacen. Las crías nacen cuando alcanzan la edad o el tamaño suficiente para sobrevivir por su cuenta. El periodo de gestación dura por lo menos ocho meses, pero puede prolongarse hasta 16 meses. La hembra tiene entre 15 y 31 crías por camada, las cuales miden de 42 a 55 cm de longitud al nacer.
Se localizan en aguas templadas alrededor del mundo, desde el sur de Canadá a Chile y Nueva Zelanda. En España, pueden verse con cierta asiduidad en el sur peninsular, Canarias y en las islas Ibiza y Formentera. En algunas ocasiones, los tiburones se desorienta a causa de la corrientes y van a parar a las costas del mediterráneo y acaban adentrándose por ríos hasta su más alto cauce. En el santuario de flora y fauna de la isla de Malpelo en Colombia, es muy común encontrar grandes grupos de tiburones martillo, en la Isla del Coco de Costa Rica llegándose a decir que es uno de los únicos lugares del mundo donde se garantiza el buceo con estos animales.
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