El procedimiento legal por el que las brujas eran declaradas como tales durante la Edad Media no podía llamarse propiamente juicio. La prueba solía ser irrelevante y nunca se llamaba a ningún testigo para que testificara contra la acusada. Un jurista expresaba que: “las brujas actúan por la noche y en secreto, y una prueba clara de tales acciones es imposible”. Si se llamaba a un testigo la acusada no podía hacerle ninguna pregunta y tampoco podía llamar a sus propios testigos. Solo en casos excepcionales se permitía que una acusada de brujería pudiera tener un defensor, pero pocos abogados querían defender a una bruja porque representaba defender al diablo y suponía una herejía evidente.
El fiscal llamaba a testigos que en cualquier otro juicio hubieran sido desehechados: parientes cercanos, criado e incluso personas excomulgadas. Los niños eran los informadores y testigos preferidos, llegando a presentar pruebas contra sus padres. A los niños se les podía persuadir u obligar a que presentaran un testimonio condenatorio.
El elemento más importante para declarar convicta a una bruja, además de la confesión, eran los indicia: los signos de que una persona era bruja. Podían ser desde la apariencia, la fama o tenencia de mascotas, hasta ser sorprendida ejecutando un acto de magia negra, como arrojar agua al aire para provocar una tormenta. Los indicia podían ser ligeros (remota), graves (propinquina), o incriminatorios (propinquissima). Los más graves incluían hechos como denuncia de un cómplice, un pacto con el diablo, relación con brujas conocidas, rumor público, posesión de material mágico (ungüentos voladores)…
La presunción era suficiente para acusar de brujería, interrogarla, punzarla y torturarla. En todos los países, excepto en inglaterra, se empleó la extrema tortura física para asegurar la confesión y los nombres de otras brujas. Se creía que la brujería no era un crimen físico, sino espiritual, y solo podía probarse mediante confesión. Como la herejía merecía la muerte nadie confesaba voluntariamente. De aquí que se debía obligar a confesar, y la mejor manera de conseguirlo era causando tanto dolor que la muerte llegara a ser una alternativa preferible.
A la hora de la ejecución se convocaba al público a toque de trompetas y campanas. Una procesión encabezada por las autoridades judiciales y civiles, y miembros del clero, marchaban lentamente hacia el lugar de ejecución. El verdugo y sus ayudantes, llevaban a las condenadas con sogas atadas a sus cuellos… si podían caminar. Si con la tortura habían quedado imposibilitadas las llebavan en parihuelas. Podían incluir a un coro de niños de escuela y todo el cortejo entonaba himnos de camino a la pira.
Si una bruja no confesaba, o si blasfemaba, o si no había cooperado en el juicio, o si el juez era particularmente cruel, la víctima era quemada viva con fuego de leña verde, lo que ocasionaba una muerte más prolongada y dolorosa.
El fiscal llamaba a testigos que en cualquier otro juicio hubieran sido desehechados: parientes cercanos, criado e incluso personas excomulgadas. Los niños eran los informadores y testigos preferidos, llegando a presentar pruebas contra sus padres. A los niños se les podía persuadir u obligar a que presentaran un testimonio condenatorio.
El elemento más importante para declarar convicta a una bruja, además de la confesión, eran los indicia: los signos de que una persona era bruja. Podían ser desde la apariencia, la fama o tenencia de mascotas, hasta ser sorprendida ejecutando un acto de magia negra, como arrojar agua al aire para provocar una tormenta. Los indicia podían ser ligeros (remota), graves (propinquina), o incriminatorios (propinquissima). Los más graves incluían hechos como denuncia de un cómplice, un pacto con el diablo, relación con brujas conocidas, rumor público, posesión de material mágico (ungüentos voladores)…
La presunción era suficiente para acusar de brujería, interrogarla, punzarla y torturarla. En todos los países, excepto en inglaterra, se empleó la extrema tortura física para asegurar la confesión y los nombres de otras brujas. Se creía que la brujería no era un crimen físico, sino espiritual, y solo podía probarse mediante confesión. Como la herejía merecía la muerte nadie confesaba voluntariamente. De aquí que se debía obligar a confesar, y la mejor manera de conseguirlo era causando tanto dolor que la muerte llegara a ser una alternativa preferible.
A la hora de la ejecución se convocaba al público a toque de trompetas y campanas. Una procesión encabezada por las autoridades judiciales y civiles, y miembros del clero, marchaban lentamente hacia el lugar de ejecución. El verdugo y sus ayudantes, llevaban a las condenadas con sogas atadas a sus cuellos… si podían caminar. Si con la tortura habían quedado imposibilitadas las llebavan en parihuelas. Podían incluir a un coro de niños de escuela y todo el cortejo entonaba himnos de camino a la pira.
Si una bruja no confesaba, o si blasfemaba, o si no había cooperado en el juicio, o si el juez era particularmente cruel, la víctima era quemada viva con fuego de leña verde, lo que ocasionaba una muerte más prolongada y dolorosa.
4 comentarios:
esto fue realmente una bestialidad la iglesia tiene una colota que cada ves que alzo mis ojitos la tienen mas larga,pobre gente saludos un beso y buenas noches la despe.
Puede que la Iglesia sea la única organización que o se ha retractado de las atrocidades que ha realizado a lo largo de la historia. El problema es que sigue amparando tales procesos. Hoy " las brujas" siguen perseguidas de múltiples maneras, por el simple hecho de ser mujer.
CRISTIANO RONALDO ABATIDO POR EL BRUJO PEPE:
Guillermo Capellán rebatió al Brujo Pepe por el trabajo a Cristiano Ronaldo:
(Fuente: Noticias Google - Cadena Global - Salta Noticias y Saltex)
Guillermo Capellán rebatió al Brujo Pepe con respecto de las brujerías a Cristiano Ronaldo y advirtió sobre la errónea interpretación de las predicciones del Calendario Maya que presuponen "EL FIN DEL MUNDO PARA EL 2012". "Lo de Ronaldo es una barbaridad mediática. Y los que están haciendo negocios anticipados con el pánico del fin del mundo y la mistificación de una catástrofe inventada e inexistente y es el peor agravio a la sabiduría del Pueblo Maya".
RONALDO Y LA BRUJERIA DE PEPE
Guillermo Capellán, reconocido en todo el mundo como el Concejal Esotérico, concedió una entrevista al equipo de investigación español sobre fenómenos paranormales que conduce el periodista andaluz Alejandro Sánchez del Olmo. En principio, la temática estuvo dirigida a la "brujería" que afecta al jugador madridista Cristiano Ronaldo.
"El Brujo Pepe es un esotérico apócrifo, traidor y mistificador que en busca de fama se transformó en un inescrupuloso comendiante. Este seudo brujo ha quebrantado los elementales códigos por sus perdularias prácticas esotéricas" dijo Capellán y añadió "el Real Madrid no se percata que esta mistificación colectiva puede estar afectando el rendimiento de todo el plantel".
La entrevista se prolongó por más de una hora, sorprendiendo a toda la audiencia española y arrancando del letargo otoñal a todos los oyentes de la costa anduluza. Alenjandro Sánchez del Olmo llevará a la familia de Cristiano Ronaldo el mensaje de Capellán quien, entre tantas cosas y sin ironía dijo: "deben estar tranquilos esto es un montaje deleznable y se debe resolver en la misma plaza del Brujo Pepe y disfrutaría al desbaratarle la farsa".
Hola!
Les recomiendo esta novela:
El sueño de las brujas, de Max Powell
Saludos
Pam
http://www.amazon.com/sue%C3%B1o-las-brujas-Spanish-Edition-ebook/dp/B00K9VEC8Q/ref=sr_1_1?ie=UTF8&qid=1400606516&sr=8-1&keywords=el+sue%C3%B1o+de+las+brujas
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