El árbol de Navidad
Buena parte de la tradición del árbol de Navidad se origina en una
leyenda europea: se dice que durante una fría noche de invierno, un niño
buscaba refugio.
Lo recibieron en su casa un leñador y su esposa y le
dieron de comer. Durante la noche, el niño se convirtió en un ángel
vestido de oro: era el niño Dios.
Para recompensar la bondad de los
ancianos, tomó una rama de un pino y les dijo que la sembraran,
prometiéndoles que cada año daría frutos. Y así fue: aquel árbol dio
manzanas de oro y nueces de plata.
Por su parte, los germanos vestían sus árboles en invierno (cuando
perdían hojas) para que los espíritus buenos que en ellos habitaban
regresaran pronto. Los adornos más comunes eran manzanas o piedras
pintadas. Se dice que éste fue el origen de los adornos. Las bolas de
cristal se incorporaron alrededor del año 1750 en Bohemia. La costumbre
del árbol se extendió por Europa y América durante el siglo XIX.
El pesebre
La escena que representa el nacimiento de Cristo se fue completando con
el paso del tiempo. A principios del siglo IV se representaba a Cristo
en un pesebre y había solamente una vaca y un asno.
A fines del siglo IV
se agregó una estrella. La Virgen María, recién a partir del año 431,
con el Concilio de Efeso, apareció en el centro de la imagen.
Fue San
Francisco de Asís quien popularizó la costumbre de armar un pesebre. En
su viaje a Belén, en el año 1220, quedó asombrado por la manera en que
se celebraba allí la Navidad. Entonces, cuando regresó a Italia, le
pidió autorización al Papa Honorio III para representar el nacimiento de
Jesús con un pesebre viviente. A partir de ese momento, la tradición se
extendió por Europa y luego por el resto del mundo.
Papá Noel
La figura de Papá Noel -también llamado Santa Claus, Sinterklaas o
Père Noel, según el país- está inspirada en la vida del obispo de Mira
(la actual Turquía), conocido hoy como San Nicolás, quien fue muy
popular por su bondad y por su generosidad con los pobres.
Se llamaba Nicolás de Bari y nació en el siglo IV. Su aspecto distaba
bastante del que hoy se le atribuye. Se lo representaba como un hombre
de complexión delgada y gran estatura que vestía como un sacerdote.
El
hecho de que se lo represente con tres bolsas doradas se debe a que,
según cuenta la leyenda, Nicolás de Bari supo en una ocasión que uno de
sus vecinos se encontraba en bancarrota y que estaba desesperado por no
tener la dote de su hija, comprometida para casarse en fecha próxima.
Al
conocer las tribulaciones de su vecino, Nicolás dejó una bolsa con
monedas de oro como un obsequio en la casa del mercader. La boda se
celebró sin contratiempos. Desde entonces cobró fuerza la costumbre de
intercambiar regalos en Navidad.
En el año 1087 los restos de San
Nicolás fueron llevados a Bari (Italia), donde se construyó una iglesia
en su nombre, pero curiosamente en Italia no es San Nicolás quien trae
los regalos de Navidad sino una bruja buena.
En el siglo XII la tradición católica de San Nicolás se expandió por
Europa, mezclándose con celebraciones similares. Hacia el siglo XVII
emigrantes holandeses llevaron la costumbre a Estados Unidos.
Aunque la leyenda de Papá Noel sea antigua y compleja, y proceda en
parte de San Nicolás, la imagen familiar de Santa Claus, con el trineo,
los renos y las bolsas con juguetes es una invención estadounidense de
estos años. Hasta que el escritor inglés Clement Moore lo imaginó en un
trineo llevado por ocho renos, Papá Noel repartía sus regalos a pie o
montado en un caballo.
Pero además, no siempre tuvo la imagen universal
que se conoce hoy. El nuevo aspecto de tan querido símbolo navideño, un
hombre regordete de sonrosadas mejillas y larga barba blanca, se debió
al arte del caricaturista norteamericano del siglo XIX Thomas Nast,
quien representó así a Santa en una ilustración. En 1931 Coca-Cola le encargó al diseñador Haddon Sundblom que dibujara un Papá
Noel para su campaña navideña. Esa imagen quedó en el imaginario popular
y luego ya nadie lo imaginó de otra forma.
Targetas navideñas
Las tarjetas de navidad no empezaron a utilizarse hasta la década de
1870, aunque la primera de ellas se imprimió en Londres en 1846.
Villancicos
Durante la Edad Media comenzaron a incorporarse los villancicos en los
festejos navideños. Durante esta época, los banquetes eran el punto
central de las celebraciones. Pero en 1552 los puritanos británicos
prohibieron la Navidad. Y aunque el festejo navideño volvió a Inglaterra
en 1660 con Carlos II, los rituales desaparecieron hasta la época
victoriana. Los villancicos fueron recuperados y se compusieron muchos
nuevos. La costumbre de cantar villancicos, aunque de antiguos orígenes,
procede fundamentalmente del siglo XIX.
Roscón de Reyes
Este dulce, uno de los más antiguos de Navidad, tiene un origen pagano.
El Imperio Romano celebraba la llegada del año nuevo el 1 de marzo. Los
romanos atendían a las leyes del tiempo, porque al llegar la primavera
desbordaban de vida árboles y plantas, y la luz aumentaba, lo que hacía
creer que comenzaba un nuevo ciclo anual.
En aquellos tiempos, desde
mediados de diciembre a finales de marzo tenían lugar las fiestas de
invierno, durante las cuales Roma celebraba la protección de sus dioses.
Años más tarde la Iglesia logró cristianizar esas fiestas paganas
superponiendo la fecha del nacimiento de Cristo al solsticio de
invierno.
Con motivo de aquellas fiestas se elaboraban unas tortas
redondas hechas con higos, dátiles y miel que se repartían entre
plebeyos y esclavos. En su interior se introducía una haba seca y al
afortunado al que tocaba la legumbre era nombrado rey de reyes durante
un corto periodo de tiempo.
Hacia el año 1000 la Iglesia había logrado
transformar el espíritu primitivo de la fiesta de tal modo que en
diversos lugares de Francia la figura del "rey haba" recaía sobre el
niño más pobre de la ciudad. Felipe V importó en España esta tradición
del rosco como culminación de las fiestas de Navidad, desprovisto de
todo simbolismo y cubierto de frutas escarchadas con alguna sorpresa
escondida en su interior.
Flor de Pascua
La Flor de Pascua se descubrió en México en 1834, su nombre científico
es Euphorbia pulcherrima, el nombre pulcherrima significa "la más
bella".
Su uso se inició por una tradición tomada de los países anglosajones,
que impusieron la costumbre navideña de adornar las casas con árboles y
plantas.
También conocida como flor o estrella de Navidad, es de hojas de
color verde oscuro con los bordes dentados, y posee otras hojas
coloreadas con aspecto de pétalos (brácteas), que pueden ser de color
rojo, blanco, amarillento o rosado.
Florece de noviembre a enero y su propagación se realiza por estacas,
ya que las semillas son abortivas. Crece en zonas de clima templado y
cálido y en forma silvestre se le encuentra en algunos lugares de Oaxaca
y Chiapas. De la corteza y brácteas se extrae una sustancia colorante y
en Guatemala el látex se utiliza como depilatorio.
Los expertos en su cultivo recomiendan que, cuando esté floreando, se
exponga en lugares con abundante luz, ya que en ambientes secos y poco
iluminados se desprenden las hojas. Uno de los principales cuidados que
debemos tener con la de Pascua es no mojar las hojas rojas, ya que esto
hace que se manchen o decoloren.
Después de las fiestas decembrinas, las plantas pueden trasplantarse
en el jardín u otro lugar donde no les dé completamente el sol, a fin de
que duren todo el año. Pueden medir hasta cinco metros en forma de
arbusto, aunque cultivada en maceta suele alcanzar 50 centímetros.
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1 comentario:
Olá amigo! Passando para te cumprimentar e desejar um Excelente Natal e que o ano de 2015 seja de muita saúde, paz, amor, prosperidade e repleto de realizações para ti e para os teus. Temos um recadinho para o velho Noel. Espero que gostes. Rsrs.
Quanto ao post, belíssima fonte de conhecimentos. Ótima escolha. Parabéns!
Abraços,
Furtado.
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