La ruleta rusa es un juego letal y clandestino del que no se conoce su procedencia. Se juega generalmente entre dos personas, y su objetivo es sobrevivir y quedarse con el dinero o la especie de valor a jugar.
Generalmente se inicia en una mesa. Uno de los jugadores tomará un revólver (puede ser de 6 u 8 balas) y abrirá el tambor. En él pondrá una o más balas. Luego girará el tambor al azar, cerrándolo rápidamente de modo que ninguno de los jugadores pueda ver en qué agujero se encuentran las balas. Por turnos los jugadores colocan la boca del cañón sobre su sien y aprietan el gatillo sin mover el arma. Si ninguna bala es disparada, el jugador continúa en el juego y el revólver pasa a su compañero. Si este se salva, el revólver continúa al siguiente jugador hasta que uno de ellos encuentra la bala y muere.
Abundan las leyendas acerca del origen de la ruleta rusa. La mayoría de estas, como es de esperar, tienen lugar en Rusia o se producen entre los soldados rusos. En una leyenda rusa del siglo XIX, unos presos se vieron obligados a jugarla delante de los guardias de la prisión mientras que se hacía apuestas sobre el resultado final. En otra versión, oficiales del ejército ruso jugaban a la ruleta rusa presos de la desesperación.
El primer uso conocido del término ruleta rusa aparece en un cuento corto de Georges Surdez, publicado en el número del 30 de enero de 1937 del Collier's Magazine. En este, un sargento del ejército ruso en la Legión Extranjera Francesa le cuenta al narrador: "Feldheim... ¿Alguna vez has oído hablar de la ruleta rusa?" Cuando le dije que yo no sabía nada, él me dijo todo al respecto. "Cuando estaba con el ejército ruso en Rumania, alrededor de 1917, y las cosas fueron de mal en peor, los oficiales empezaban a perder su prestigio, el dinero, la familia, el país y temían ser deshonrados ante sus colegas de los ejércitos aliados, algunos de repente sacaban su revólver, en cualquier lugar, en la mesa, en un café, en una reunión de amigos, extraían un cartucho del cilindro, lo giraban, cerraban de nuevo, lo ponían en la cabeza, y apretaban el gatillo. Hay cinco posibilidades para que el martillo golpee un cartucho y una de vivir. A veces ha ocurrido y salen vivos, a veces no".
No está del todo claro si los oficiales jugaban a la ruleta rusa en la época zarista. En un texto sobre el cuerpo de oficiales zarista, John Bushnell, un experto en la historia de Rusia de la Northwestern University, citó dos memorias casi contemporáneas de veteranos del ejército de Rusia:El Duelo (1905) por Aleksandr Kuprin Y Desde el aguila doble hasta la bandera roja (1921) de Pyotr Krasnov. Ambos libros hablan sobre el escandaloso comportamiento suicida de los oficiales, pero en ninguno de ellos se hace mención de la ruleta rusa. Si el juego se originó en la vida real y no en la ficción, es poco probable saberlo con certeza hoy en día. El arma estándar suministrada a los oficiales rusos desde 1895 hasta 1930 era el revólver Nagant M1895, un revólver de doble acción cuyo tambor gira en sentido horario hasta que el martillo se arma. Sin embargo, utiliza siete cartuchos y no seis, lo que arroja algunas dudas sobre la exactitud de la referencia que se hace en Collier's. Es posible que los oficiales rusos disparaban seis y guardaban el séptimo cartucho en caso de salir vivos de una batalla.
La única referencia a algo parecido a la ruleta rusa en la literatura rusa figura en un libro titulado Un héroe de nuestro tiempo, escrito por Mikhail Lermontov (1840, traducido por Vladimir Nabokov en 1958), en el que un acto similar se lleva a cabo por un soldado serbio en el relato El fatalista.
Generalmente se inicia en una mesa. Uno de los jugadores tomará un revólver (puede ser de 6 u 8 balas) y abrirá el tambor. En él pondrá una o más balas. Luego girará el tambor al azar, cerrándolo rápidamente de modo que ninguno de los jugadores pueda ver en qué agujero se encuentran las balas. Por turnos los jugadores colocan la boca del cañón sobre su sien y aprietan el gatillo sin mover el arma. Si ninguna bala es disparada, el jugador continúa en el juego y el revólver pasa a su compañero. Si este se salva, el revólver continúa al siguiente jugador hasta que uno de ellos encuentra la bala y muere.
Abundan las leyendas acerca del origen de la ruleta rusa. La mayoría de estas, como es de esperar, tienen lugar en Rusia o se producen entre los soldados rusos. En una leyenda rusa del siglo XIX, unos presos se vieron obligados a jugarla delante de los guardias de la prisión mientras que se hacía apuestas sobre el resultado final. En otra versión, oficiales del ejército ruso jugaban a la ruleta rusa presos de la desesperación.
El primer uso conocido del término ruleta rusa aparece en un cuento corto de Georges Surdez, publicado en el número del 30 de enero de 1937 del Collier's Magazine. En este, un sargento del ejército ruso en la Legión Extranjera Francesa le cuenta al narrador: "Feldheim... ¿Alguna vez has oído hablar de la ruleta rusa?" Cuando le dije que yo no sabía nada, él me dijo todo al respecto. "Cuando estaba con el ejército ruso en Rumania, alrededor de 1917, y las cosas fueron de mal en peor, los oficiales empezaban a perder su prestigio, el dinero, la familia, el país y temían ser deshonrados ante sus colegas de los ejércitos aliados, algunos de repente sacaban su revólver, en cualquier lugar, en la mesa, en un café, en una reunión de amigos, extraían un cartucho del cilindro, lo giraban, cerraban de nuevo, lo ponían en la cabeza, y apretaban el gatillo. Hay cinco posibilidades para que el martillo golpee un cartucho y una de vivir. A veces ha ocurrido y salen vivos, a veces no".
No está del todo claro si los oficiales jugaban a la ruleta rusa en la época zarista. En un texto sobre el cuerpo de oficiales zarista, John Bushnell, un experto en la historia de Rusia de la Northwestern University, citó dos memorias casi contemporáneas de veteranos del ejército de Rusia:El Duelo (1905) por Aleksandr Kuprin Y Desde el aguila doble hasta la bandera roja (1921) de Pyotr Krasnov. Ambos libros hablan sobre el escandaloso comportamiento suicida de los oficiales, pero en ninguno de ellos se hace mención de la ruleta rusa. Si el juego se originó en la vida real y no en la ficción, es poco probable saberlo con certeza hoy en día. El arma estándar suministrada a los oficiales rusos desde 1895 hasta 1930 era el revólver Nagant M1895, un revólver de doble acción cuyo tambor gira en sentido horario hasta que el martillo se arma. Sin embargo, utiliza siete cartuchos y no seis, lo que arroja algunas dudas sobre la exactitud de la referencia que se hace en Collier's. Es posible que los oficiales rusos disparaban seis y guardaban el séptimo cartucho en caso de salir vivos de una batalla.
La única referencia a algo parecido a la ruleta rusa en la literatura rusa figura en un libro titulado Un héroe de nuestro tiempo, escrito por Mikhail Lermontov (1840, traducido por Vladimir Nabokov en 1958), en el que un acto similar se lleva a cabo por un soldado serbio en el relato El fatalista.
http://es.wikipedia.org
3 comentarios:
Es muy chungo esto
Por muy difícil que sea tu circunstancia no se como alguien puede prestarse a jugar a eso.Blog Las experiencias de vida
No me gusta un pelo este juego.
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