La primera referencia que se tuvo del Everest pasó desapercibida bajo el extraño nombre de Chomolungma en un mapa del siglo XVIII, realizado por el geógrafo d’Anville, quien recogía lo que le habían dicho los misioneros jesuitas de boca de los lamas tibetanos. Se sabía que ese extraño nombre significaba Diosa Madre de la Tierra, pero no podían sospechar que se trataba de la montaña más alta del mundo.
El Everest no estaba geográficamente bien situado para ser medido, ya que quedaba ensombrecido en primer plano por otras montañas que parecían más altas. En el año 1808, un equipo de topógrafos británicos ayudados por oficiales de la Indian Survey emprendieron la tarea de localizar y dar nombre a la montaña más alta del mundo.
En 1849 enviaron al topógrafo James Nicolson a la zona, cargado con un teodolito de 500 kilos de peso, transportado por 12 hombres. En dos meses hizo 36 mediciones desde cinco estaciones distintas del entonces conocido como “pico b”, estableciendo su altura en unos 9.000 metros.
Sin embargo, el topógrafo general de la India, Andrew Scott Waugh, dudó del hallazo. Waugh rebautizó entonces a las principales elevaciones con números romanos, pasando el Everest a ser el “pico XV”.
Finalmente, en 1852, y después de revisar los cálculos de los que disponían, el bengalí Radhanath Sikdar, que trabajaba en el servicio de Topografía Trigonométrica de la India colonial, le anunció a Waugh que el “pico XV”, era la montaña más alta del mundo. Los 9000 metros de altura habían pasado a 8840 metros, gracias a los meticulosos cálculos de Sikdar que tuvo en cuenta factores como la curvatura de la tierra, la refracción atmosférica y la desviación de la plomada. Dados los medios de la época, se trata de un error insignificante con respecto a los 8848 metros que se consideran hoy vigentes.
En 1856, Waugh comunicó la noticia: “Sabemos desde hace varios años que esta montaña es más alta que ninguna otra de las que se han medido en la India”.
Comenzaron después nueve años de discusiones, para ver que nombre le ponían. Finalmente en 1865, y a proposición de Waugh, se acordó Everest en homenaje a su antecesor en el puesto de topógrafo general de la India, sir George Everest.
El Everest no estaba geográficamente bien situado para ser medido, ya que quedaba ensombrecido en primer plano por otras montañas que parecían más altas. En el año 1808, un equipo de topógrafos británicos ayudados por oficiales de la Indian Survey emprendieron la tarea de localizar y dar nombre a la montaña más alta del mundo.
En 1849 enviaron al topógrafo James Nicolson a la zona, cargado con un teodolito de 500 kilos de peso, transportado por 12 hombres. En dos meses hizo 36 mediciones desde cinco estaciones distintas del entonces conocido como “pico b”, estableciendo su altura en unos 9.000 metros.
Sin embargo, el topógrafo general de la India, Andrew Scott Waugh, dudó del hallazo. Waugh rebautizó entonces a las principales elevaciones con números romanos, pasando el Everest a ser el “pico XV”.
Finalmente, en 1852, y después de revisar los cálculos de los que disponían, el bengalí Radhanath Sikdar, que trabajaba en el servicio de Topografía Trigonométrica de la India colonial, le anunció a Waugh que el “pico XV”, era la montaña más alta del mundo. Los 9000 metros de altura habían pasado a 8840 metros, gracias a los meticulosos cálculos de Sikdar que tuvo en cuenta factores como la curvatura de la tierra, la refracción atmosférica y la desviación de la plomada. Dados los medios de la época, se trata de un error insignificante con respecto a los 8848 metros que se consideran hoy vigentes.
En 1856, Waugh comunicó la noticia: “Sabemos desde hace varios años que esta montaña es más alta que ninguna otra de las que se han medido en la India”.
Comenzaron después nueve años de discusiones, para ver que nombre le ponían. Finalmente en 1865, y a proposición de Waugh, se acordó Everest en homenaje a su antecesor en el puesto de topógrafo general de la India, sir George Everest.
Muy interesante.
ResponderEliminarGracias por el post.
Salu2:
Acabo de enterarme de algo que no sabía. Interesante.
ResponderEliminarya se sabe que está mal medido y que sigue creciendo el jodío...
ResponderEliminarMuy interesnte. Nunca me había pensado el porque de su nombre. Ahora lo sé. Muchas gracias.
ResponderEliminarLo de la medición... Un poco complicado dar con los metros reales. Pero que mas dá,su altura es imponente de todas maneras.
Un saludo.
Gracias,ignorante de mi.
ResponderEliminarTremenda lección de estupidez,ya se porque de su nombre.me apunto tu pagina,seguro que vuelvo.
Muy interesante, no lo conocía así que ya me puedo ir a la cama sabiendo algo más
ResponderEliminarBesitosssss