Los irlandeses están conmocionados tras el hallazgo, en la localidad de Tuam, de casi 800 esqueletos de bebés recién nacidos.
Los restos, localizados por la historiadora Catherine Corless, estaban enterrados cerca de un antiguo convento católico que, entre los años 1925 y 1961, acogío a mujeres jóvenes que se habían quedado embarazadas sin estar casadas.
"Alguien me mencionó la existencia de un cementerio para
recién nacidos, pero lo que he encontrado va más allá de eso", ha
señalado Corless, que ha dado con este macabro hallazgó después de
investigar los archivos del antiguo convento, hoy en día reconvertido en
una zona residencial.
Rastreando la documentación descubrió que 796
bebés habían sido enterrados sin ataúd ni lápida. Los entierros fueron realizados en secreto por las monjas del convento del Buen Socorro.
Las
causas de las muertes de los bebés no están claras aunque entre ellas
se apuntan la malnutrición, la neumonía, la tuberculosis y los malos
tratos.
William Joseph Dolar, familiar de un niño que vivió en el convento, ha interpuesto una denuncia para
que se investiguen los hechos y se sepa qué ocurrió. Igualmente, se ha
lanzado una campaña de recaudación de fondos para construir un memorial
con el nombre de cada uno de los bebés fallecidos.
Este caso ha recordado en Irlanda otro escándalo en el que se vieron implicadas madres solteras.
Entre 1992 y 1996, más de 10.000 jóvenes solteras embarazadas fueron
explotadas laboralmente en lavanderías gestionadas por monjas católicas,
para las que trabajaban gratuitamente.
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1 comentario:
Mal nutrición, malos tratos.. vaya,vaya.. con la iglesia hemos topado!!!
Saludos!
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